Primer tiempo intermitente

La primera parte entre Atlético Bucaramanga y Universitario de Popayán fue como lo que se esperaba, una final para el equipo dueño de casa, donde predominaron las malas entregas del esférico, las descoordinaciones entre sus líneas en el terreno de juego y por momentos el desespero por no poder conseguir el gol.

Sin duda cada jugador era consciente de lo que se disputaba, de lo que tenía pendiente por jugar ante su hinchada, del probable ascenso luego de siete años en la segunda división del fútbol profesional colombiano. Pero el compromiso se dio de otra manera, los minutos del primer tiempo pasaban y en panorama no era alentador porque América de Cali ganaba parciamente 1-0 ante Real Cartagena, de alguna manera la hinchada comenzaba a impacientarse por no ver reacción de los ‘leopardos’.

A Bucaramanga siempre le faltó mayor calma, jugó apresurado buscando el gol y le faltó ese hombre, Daniel Cataño, que le diera pausa al compromiso, que administrara el esférico y creara jugadas ofensivas. 

Como si fuera poco, el buen planteo del equipo visitante no colaboró de a mucho, porque en el minuto 33 del primer tiempo, Leyser Chaverra se tomó confianza y centró, pero el esférico se cerró y terminó en un remate que se estrelló en el travesaño del arco defendido por Andrés Felipe Mosquera Marmolejo. Ocho minutos más adelante, en el 41, tras una gran jugada de los dirigidos por César Torres, Exneider Guerra tuvo el primer para su equipo, pero el golero Mosquera Marmolejo supo reducirle el ángulo de tiro y por eso el esférico no terminó dentro de la red.

Atlético Bucaramanga jugó con desespero, las malas entregas del balón fueron las que dominaron en el ‘leopardo’, no hubo esa claridad de otros compromisos. Por otra parte, Universitario propuso un juego inteligente, aprovechó los espacios que le dejó su rival y Exneider Guerrero se echó el equipo al hombro.

Segundo tiempo de infarto

Si en el primer tiempo se notó el desespero por conseguir ese agónico gol, en el segundo fue más, y aún más agregándole el resultado parcial de Cali. Pero a diferencia del primer episodio, el equipo recordó cómo debía jugar, muy distante de lo que mostró en otros compromisos, pero eso sin duda sirvió para conseguir el resultado que se esperaba.

Daniel Cataño comenzó a entender por donde debía jugar, era en la zona de volantes siendo más colectivo e intentando echar el equipo para adelante, porque la presión que hacía el rival se sintió mucho, porque sin duda cerró los espacios y no dejó que el esférico pasara a inquietar la defensa rival.

El resultado en Cali no ayudaba muchísimo, porque Real Cartagena descontó y el marcador era 2-1 parcial. El nerviosismo y la angustia era evidente en la hinchada, el desespero en la cancha era claro, pero los jugadores lo supieron manejar. 

Fue así como 20 mil espectadores fueron testigos del momento esperado de toda la noche, el gol del ‘leopardo’. Víctor Zapata cobró desde el borde del área al palo derecho del golero Jeison Lizalda, aunque el golero intentó atajar, el balón se metió al arco.

De ahí en adelante el equipo empezó administrar el esférico, a no complicarse con la entrega del mismo y a ser profundo cuando quedaron espacios. Pero como toda clasificación es sufrida, tras un remate de un jugador contrario, Andrés Felipe atajó sin ningún problema.

El equipo de la 'ciudad bonita' hizo mejor las cosas en la segunda parte, tuvo más pausa e intentó buscar el gol, aunque jugó con más desespero, el tiro libre de Víctor Zapata fue alivio para los dirigidos por José Manuel 'Willy' Rodríguez. Universitario siguió atacando, pero le faltó ser más profundo y definir las opciones que creó. 

Con esta victoria acabaron 2.484 días en los cuales Atlético Bucaramanga duro en la categoría de ascenso del balompié nacional y con eso será nuevo inquilino de la Liga Águila 2016.