Una tarde-noche perfecta para jugar al fútbol se presentaba en la hermosa ciudad de Medellín, donde el epicentro de este magno evento era el Estadio Atanasio Girardot, que se vestía de azul y rojo para recibir al poderoso de la montaña y al tiburón. Choque muy importante para el visitante, que venía de cosechar un empate 2-2 en ese mismo estadio ante Atlético Nacional y hoy ante Medellín, los tres puntos eran el objetivo primordial.

Alexis Mendoza durante toda la semana trabajó con el plantel los errores que se cometieron ante Nacional. Táctica fija, marca hombre a hombre, presión en la salida del rival y unión de grupo. Todos esos aspectos fueron trabajados y analizados por el técnico barranquillero, que no quería sorpresas ante un complicado Medellín.

El encuentro inició con un Junior que se distribuía en el campo con una formación 4-4-1-1. La saga defensiva conformada por Vélez, Tesillo, Bareiro y Dominguez. El medio campo: Narváez, Cuéllar, Vladimir y Aguirre. Y en ataque Macnelly con Ovelar. Alineación con la cual Alexis buscaría el resultado a favor de visitante. El táctico con dos laterales con salida, juego y marca; con dos volantes de contención con toque preciso y marca asfixiante más con un bloque ofensivo comandado por el Arquitecto del gol Macnelly Torres, el encargado de distribuir balones a Vladimir, Aguirre y Ovelar. Las tres armas de peligro del rojiblanco, que iniciaba el encuentro controlando a un rival complicado en condición de local gracias al apoyo de su hinchada.

Los primeros minutos fueron muy buenos para Junior. La presión alta y el constante robo de balón a los jugadores de Medellín, no le permitía generar un juego fluido al equipo de Torres. Cuéllar y Narváez cumplían al pie de la letra lo que se les había encargado durante toda la semana: Incomodar y evitar el flujo del balón del mediocampo de Medellín, que a pesar de las trabas se las ingeniaba para salir del embudo impuesto por el visitante.

​​​Para la mitad del tramo de la primera parte, Cuéllar sale por lesión y Celis entraba a cubrir su posición, un cambio forzado que no cambiaba mucho el desarrollo del partido pero que mermaba un poco la salida desde ese “primer toque” para un Junior dependiente del trabajo de su dupla de volantes. A raíz de la salida de Cuéllar, el rojo antiqueño encontró mayor tránsito de juego e hizo ver la peor cara de Junior. El flanco izquierdo defendido por Vélez, era siembre atacado por Tipton y Pérez.

Titon y Caicedo le hicieron la fiesta por esa zona, por donde encontraron la mejor vía de juego y de llegada para el 1-0 facturado por Caicedo al minuto 43. Gol y el pitazo del final de la primera parte. Cosas para corregir por parte de Junior y Alexis sabía muy bien lo que debía hablar con sus jugadores, para encarar una segunda parte en la cual el tiburón tenía que devorarse el Atanasio.


Para la segunda parte, Junior salió con otra semblanza. La línea defensiva se adelantó unos metros y el juego de Aguirre y Vladimir por las bandas se hacía cada vez más incisivo al momento del ataque, el cual era siempre manejado por un Macnelly que brilló en la noche paisa. El 1-0 no era suficiente ventaja para un partido tan reñido y Medellín lo sabía, por tal razón buscaba el 2-0, pero chocaba con un muro defensivo bien parado. Tesillo y Bareiro fueron las fichas importantes para la remontada que se avecinaba, ya que le dieron esa tranquilidad a un equipo que ganó confianza y comenzó a robarle el protagonismo al local.

Tal protagonismo trajo consigo el empate de Jorge Aguirre y el golazo de Vladimir para el 1-2. La diana se fabricó con una seguidilla de toques al fiel estilo del 'Tiqui-Taca' que España y Barcelona supieron implementar en sus años dorados. Macnelly, Celis, Narváez, Aguirre y por último, Vladimir. Construyeron una obra maestra. Una escultura digna de los genios del arte. Una creación que refleja el estilo de juego que Alexis Mendoza quiere en su equipo y el cual, en la bella noche de la ciudad de Medellín, se vio en su máxima expresión.

El 'Tiqui-Taca' de Junior le dio su primera victoria fuera del Metropolitano en el torneo y su primera victoria ante el DIM en el Atanasio luego de 12 años. Números que resaltan lo importante de los tres puntos de esta noche y que dejan a Junior quinto con 29 puntos y con dos partidos de local seguidos: Tolima y Huila. Dos partidos para cocinar la clasificación a las finales de la Liga Águila 2015.

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Sobre el autor
Mauro Alfonso Paris
Comunicación Social - Universidad de Cartagena