Los goles que se perdieron en el escritorio

Un partido que prometía el mejor de los recuerdos para los aficionados barranquilleros terminó siendo una pesadilla llena de vergüenza y decepción.

El mejor visitante se enfrentaba al mejor local de la Liga Águila 2015-I en el estadio Metropolitano. Un partido movido desde el primer instante en el que sonó el silbato del árbitro, el equipo visitante apareció con las ansias de atacar al tiburón.

Sin embargo,  a los 10 minutos el tiburón empezó a deslumbrar con la magia de Macnelly, con uno de esos pases que el sólo sabe hacer, jugada que llegó a el lateral Iván Vélez, pasó por Vladimir Hernández y finalmente Noguera la direccionó al pórtico rival pero la definición fue nula. Dos minutos después, nuevamente el 10 de los rojiblancos asustó a los visitantes, por medio de un tiro de esquina que por poco se convierte en un gol olímpico.

El aroma a gol se sentía cada vez más cerca, Junior controlaba el partido, se adueñó de el durante el primer tiempo. El intento del tiburón por devorarse al poderoso de la montaña no cesaba, el toque toque del local iba agotando poco a poco a su inquilino. Y justo el minuto 38 llega el Búfalo Ovelar con su potente zurda a marcar el gol que abría el marcador para una victoria parcial de los rojiblancos, junto a Mac y Noguera fue posible la primera anotación.

El ambiente era de emoción, la hinchada no paraba de saltar y corear en las tribunas del coloso de la ciudadela pero el ambiente cambió de alegría a tensión en fracciones de segundos cuando Marín de tiro libre envió la pelota al arco de Viera, donde se vio reflejadala excelencia del ángel del arco juniorista, porque era una pelota que se veía más adentro que afuera.

Para el segundo tiempo Junior empezó con un buen arranque, sumándole a eso su victoria parcial de 1-0. Al transcurrir los segundos 45 minutos del encuentro el dueño de la localía fue perdiendo inexplicablemente el control del  juego, el desespero y la desconcentración eran notorios en los movimientos que carecían de conexión entre los jugadores dirigidos por Alexis Mendoza.

Y lo que no se quería en Barranquilla, sucedió; el Medellín empezó a incomodar al Junior, al minuto 60 Carlos Valencia anotó el gol del empate y exactamente 10 minutos más tarde, Juan Fernando Caicedo hace el segundo gol poniendo en desventaja al Junior.

Cuando parecía que el partido está dando la vuelta, aparece nuevamente el uruguayo, Roberto Ovelar, en una jugada muy parecida al primer gol con los mismos auxiliares: Macnelly – Vélez; el Metro volvía a gritar por el doblete de Ovelar, así como lo hizo en la fecha pasada ante Boyacá Chicó, para la clasificación que ahora se juega.

Parecía ser mentira, pero la sonrisa de los barranquillero no perduraba por más de 5 minutos,  la decepción empujó a la alegría, recién hecho el gol que nuevamente dejaba un empate (2-2) se fue expandiendo el rumor de que Junior jugaba con 4 extranjeros, lo cual es totalmente ilegal, por el reglamento número 42 de la Dimayor: “En cada uno de los encuentros oficiales de que trata el artículo anterior del presente acuerdo, se podrán mantener en el terreno de juego hasta tres (3) jugadores extranjeros”.  

Así era,  luego de que Mendoza realizará unos cambios durante el segundo tiempo, el Junior jugaba con: Sebastián Viera, Nery Bareiro, Luis López y Roberto Ovelar. Un terrible descuido por el que ahora Junior perdería 3-0, según la sanción por incumplir dicha regla.

La peor derrota que Junior le ha entregado a sus aficionados, con la decepción en el corazón quedó Barranquilla. Ahora tendrán que ponerle el pecho a la brisa e ir con cabeza en alto a la ciudad de Medellín.

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