Desde que perdió 0-1 contra Deportes Tolima, Atlético Bucaramanga no ha vuelto a ser el mismo de antes oficiando de local. Ahora da muchas ventajas en la parte defensiva, le ganan la espalda a los laterales, por más de que hay mucho esfuerzo, la zona de volantes de recuperación deja muchos espacios y a Daniel Cataño le está costando mucho volverse a encontrar con Jhon Pérez. Darío Rodríguez sigue buscando la forma de concretar goles, más allá de que las ideas no sean tan claras como antes.

Lo anterior quedó en evidencia en el empate 2-2 con Atlético Nacional:

Primer gol: Cristian Dájome le pasó el balón a Alejandro Bernal, jugador que sorprendió con velocidad y agilidad a cuatro jugadores contrarios y centró para que Arley Rodríguez marcara el primer gol del compromiso. 

Segundo gol: bastó que tres jugadores tocaran el balón para desequilibrar totalmente al equipo ‘leopardo’. Felipe Aguilar le pasó el balón a Carlos Cuesta, quien se lo cedió a Alejandro Bernal, jugador que se tomó confianza de nuevo, mandó un pelotazo entre los centrales Diego Peralta y Félix García, quienes intentaron cerrar e incomodar a Andrés Felipe Ibargüen, pero el jugador de Nacional les ganó en rapidez y denfinió ante el golero Jorge Bava.

Ahora bien, para el segundo tiempo el equipo ‘auriverde’ reaccionó. Jhon Pérez desequilibró más, llevó el balón para la zona ofensiva y eso ayudó por momentos a que su equipo pusiera las condiciones en el terreno de juego. Gracias al balón detenido, Atlético Bucaramanga pudo empatar el compromiso. El gol del descuento fue una ‘joyita’ del santandereano Jhon Pérez, quien cobró un tiro libre al palo derecho de Cristian Bonilla, arquero que quiso llegar al balón y por más de que se esforzó, no pudo. La ‘diana’ del empate fue un cobro de tiro libre por parte de Pérez desde el costado izquierdo, Nicolás Palacios saltó mejor que todos para cabecear y así se igualó el marcador en el estadio ‘Alfonso López’.

El equipo que dirige Flabio Torres deberá recobrar la memoria futbolística de los primeros partidos de este semestre, pues estamos a siete fechas de iniciar los cuartos de final de la Liga Águila 2016-II, y es mejor llegar con situaciones corregidas y superadas que a corregirlas en estos partidos, porque un ‘parpadeo’ puede costar una clasificación a la siguiente fase