Buenas noticias llegan para el elenco azucarero a cuenta del juvenil Andrés Felipe Roa, quien ya regresó a los entrenamientos con el equipo Deportivo Cali, tras superar una fractura de tercio medio en la clavícula derecha, sufrida tras un choque con Daniel Briceño en el partido con Deportivo Pasto el pasado 13 de septiembre.

El Deportivo Cali dio el regreso de su joven promesa a las canchas por medio de sus redes sociales. Andrés podría reaparecer el próximo fin de semana en el Estadio de Palmaseca para disputar la fecha número 16 de la Liga Águila.

La historia detrás del jugador

Andrés fue descubierto por el cazatalentos del Deportivo Cali, Agustín Garizábalo, con sólo 22 años ya disputó su primer final con el equipo y fue el autor del gol que le dio el campeonato al equipo azucarero.

Roa nace el 25 de mayo de 1993 en Sabanalarga, una población ubicada en el epicentro del Atlántico. Aunque Andrés es el primero en coronarse campeón de un torneo rentado en la actualidad se destacan sus hermanos Juan Camilo y Mauro Manotas, también jugadores de fútbol, Juan es referente en Cortuluá y Mauro está en el fútbol de Estados Unidos y fue recientemente invitado a un microciclo de la Selección Colombia sub – 15. Curiosamente los tres hermanos utilizan el número 25 en sus camisetas.  Su padre, Carlos Roa Mercado, decidió organizar el Club Asefusa, de Sabanalarga, con la intensión de formar jugadores para el fútbol profesional.

En su natal Sabanalarga, enloqueció el día de la final Cali – Medellín, cuando Roa dibujó aquel soberbio cabezazo que silencio al Atanasio Girardot y luego alcanzaría el paroxismo cuando, en plena celebración, dando la vuelta olímpica, Andrés tuvo la delicadeza de sacar y envolverse con la bandera de su pueblo y ahí sí fue Troya, a correr y abrazarse con todos los vecinos y amigos, como si fuera un 31 de diciembre en hora de pitos, salir enmaicenados en caravanas, borrachos en medio de la fuerte lluvia de esa noche que caía y adornaba la faena y después rematar con un recibimiento apoteósico al día siguiente, con carros de bomberos y papayeras, y ríos de ron y de orgullo, como tenía que ser.

En el Deportivo Cali se consideró prudente que Roa y otros muchachos de divisiones menores fueran a ganar experiencia en otros entornos. Como Uniautónoma jugaba de local precisamente en Sabanalarga, se sugirió que Andrés viniera a ser el único jugador de ese pueblo en la nómina titular del equipo universitario. Les fue tan bien ese año 2013, que lograron el título de la ‘B’, ascendiendo de categoría. No obstante, por diferencias entre los clubes, debió continuar en la segunda división por otra temporada, ahora con el Unión Magdalena. Ese periplo por tierras costeñas, con pocas comodidades y casi en situaciones límites, vino a darle lo que quizás  le hacía falta a su talante.

Su debut con el Cali fue ante Alianza Petrolera, el equipo azucarero estaba de local. El partido fue complicado, Andrés entra para el segundo tiempo y fue la sensación en el estadio, pelotas en los palos, pases exquisitos, la gente se preguntaba, asombrada, de dónde había salido semejante crack. En la televisión ya lo escogían como la figura de la cancha. En tiempo de reposición va por una pelota en la línea lateral, cerca del banco contrario y se estrella con el técnico Adolfo León Holguín. Ahí mismo se forma una gresca; Roa, alterado, le da un cabezazo en el pecho al defensor Henry Rojas, lo expulsan y lo sancionan por seis fechas y le ponen una multa.

Andrés es volante creativo y juega por el lado derecho, su trayectoria ha sido por 3 equipos; Unión Magdalena, Uniautónoma y actualmente Deportivo Cali.