El año del Cali comenzó en Palmaseca, la ida de la  final de la Superliga contra el Atlético Nacional, en ese partido el Cali comenzó jugando bien, haciendo un juego que le llenó la retina a los asistentes al escenario deportivo, pero poco a poco, esa imagen se la fueron llevando los malos resultados, y las malas presentaciones del club. 

Si hacemos un balance de este  inicio de 2016 del Cali, ha jugado un total de tres partidos, lo que da un total de 270 minutos, ha recibido nueve goles, lo que deja una media de 3.0 goles, lo que significa que al Cali le hacen de a tres goles por partido, lo preocupante es que en esos tres encuentros solamente ha marcado un gol. 

Nueve goles en 270 minutos es algo para llamar la atención, no sé si sea alarmante, pero si es algo para hacer un alto en el camino y mirar que es lo que está pasando. A esto se le suma que en estos tres partidos, el equipo de la sultana ha jugado con muchas variantes, lo que deja dudas en la nómina, que es casi la misma del semestre inmediatamente anterior. 

Los primeros partidos Cali los jugó con una pareja de centrales totalmente diferente a la que arrancó la Liga, por decisiones tácticas o lesiones, no se encuentra un equipo, no que sea sólido, pues la solidez la da el Bagaje y los partidos, no se encuentra un equipo al que no le ganen con facilidad, pues poca es la resistencia que el Cali opone a sus rivales. 

El medio campo también tiene variantes, pues aunque se ha intentado con Roa, Benedetti, Giraldo, aún no hay una pareja de creativos que cumpla la demanda de ocasiones que necesitan los delanteros para conseguir marcar goles, que a la final es lo que saca a un equipo campeón.

Las conclusiones son sencillas de sacar, mientras no se encuentre un equipo con confianza o al menos con ganas de hacer las cosas bien, se van a venir muchísimos resultados similares a los que ya se han visto, los cambios no están haciendo mella en los partidos y la actitud del grupo para afrontar los mismos no es la óptima. 

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Francesco Zucconi
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