Desde el minuto 5 del partido, los espectadores se dieron cuenta con que actitud había salido el Deportivo Cali a afrontar el partido de la clasificación, pues desde muy temprano se ponía arriba el local, con un gol de su habitual anotador, Hárold Preciado, que iba a tener una noche de ensueño. 

Águilas nunca encontró el camino, aunque en algún pasaje del partido, alcanzó a tener la pelota, jamás hizo daño con el útil. El orden del azucarero también contribuyó para que Rionegro no hiciera daño. 

El mediocampo del cuadro verdiblanco se comportó de buena manera, de la mano de los que Yepes tiene como volantes habituales, Daniel Giraldo y Andrés Pérez, quienes hacen una mezcla entre marca y creación que todo medio campo debe tener. A su vez, la defensa también hizo un buen trabajo, el más resaltable fue Helibelton Palacios que se destacó en ataque y marca.

El segundo gol del Cali cayó de manera casi idéntica al primero, una jugada de Borré, que le pone el pase de la muerte a Preciado y este define de taquito que pasa entre las piernas del arquero Torresagasti, que vio cómo su marco cayó por segunda vez en la noche. 

El local manejaba los tiempos del partido, tocaba en la mitad de la cancha y recuperaba la pelota en su terreno, cada vez que ponía el pie en el acelerador Águilas entraba en aprietos. 

El tercer gol fue concretado por Harrison Mojica, que al igual que los dos primeros, fue un ataque originado por la banda derecha, un pase de Palacios  que no alcanza Preciado y es Mojica el encargado de disparar un zurdazo que se coló en la portería visitante y así el Cali ponía cifras concretas en el marcador. 

El descuento del visitante fue un penal, ocasionado por el ingresado Neneco Rentería, el encargado de concretarlo fue Luis Páez. Así los dos equipos están a la espera del sorteo de los cuadrangulares que será este domingo después del último partido de la fecha 20 de la Liga Águila