Leonel Álvarez, técnico del DIM, expresó su inconformidad con la propuesta que se realizó a la Dimayor de jugar los partidos entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, debido a la crisis energética que afronta el país.

"A las 11 de la mañana es imposible, ahorrás energía pero mandás dos para cuidados intensivos", afirmó el estratega.

Para Leonel, "primero está la integridad del ser humano", y los futbolistas, al igual que todo ser humano, necesitan "todas las garantías" a la hora de realizar su labor.

"Sería bueno llevar al Presidente de la República al estadio de Neiva y ponerlo en ese camerino a las tres de la tarde a ver si aguanta 15 minutos", concluyó el timonel del Poderoso.

Leonardo Castro, delantero del onceno paisa, también habló sobre la medida propuesta, dice estar de acuerdo pero solo en algunos escenarios futbolísticos de Colombia.

"Sería bueno, pero en algunas plazas es jodido jugar a las 11 de la mañana o a las tres de la tarde por el calor", expresó Castro.

Al igual que su entrenador, el delantero piensa que no es lo más viable para el estado físico de los jugadores: "Tienen que mirar la salud de los jugadores, porque en esa temperatura es bastante difícil para nosotros y más en estos momentos que venimos jugando de a tres partidos en una semana".

El argentino Matías Cahais fue otro jugador del Deportivo Independiente Medellín que se mostró inconforme con la posibilidad de disputar compromisos en un horario netamente diurno.

"A mí me parece que en algunas plazas, por ejemplo en esta, hay momentos en que sí se puede. En algunos lugares me parece una locura", manifestó el ex Racing.

Cahais vio como algo inconcebible la posibilidad de jugar, por ejemplo, en Barranquilla o Barrancabermeja durante los horarios propuestos, debido a las altas temperaturas.

"No es por el hecho de cuidar la electricidad sino por la salud de los jugadores, porque somos nosotros los que nos exponemos al calor. Seguramente los que opinan eso no saben lo que es estar en una cancha jugando a la una de la tarde", cerró el argentino.