Nadie duda de la calidad de técnico que es Juan Manuel Lillo, o por lo menos hablo por mí. Desde que el DT español llegó a Millonarios, la Liga Postobón tomó un nuevo aire y una revolución futbolística. Sus ideales y su forma de ver el juego le han aportado mucho al fútbol nacional. Pero un resultado cambió todas esas cosas buenas que acumuló desde que arribó a Colombia. 

En diciembre de 2013 inició un proyecto que prometió, o promete -porque no ha acabado- mucho. La salida de Hernán Torres, el DT que regresó a Millonarios a lo más alto del fútbol colombiano, le dio paso a la llegada de Juan Manuel Lillo. Incluso antes de su llegada ya se le cuestionaba por algunos malos resultados que obtuvo en el fútbol de su país. 

Su adaptación al fútbol colombiano de a poco se dio. Sus primeros resultados a cargo del equipo embajador pusieron en cuestionamiento su capacidad como estratega. Los resultados finalmente fueron llegando y consigo una hinchada que lo respaldó en su mayoría, hasta hace poco. En su ya larga carrera como entrenador, Lillo se cruzó con diferentes jugadores, entre ellos Fabián Vargas, Modeste M'Bami y Wesley Lopes, quienes llegaron a Millonarios por iniciativa del español. 

Con los refuerzos sobre la mesa y un plantel con determinación, Millonarios alcanzó las semifinales del primer semestre del año. Juan Manuel Lillo sabía de la grandeza e importancia de Millonarios desde el día que lo contactaron y siempre lo ha manifestado. Es por eso que su responsabilidad a cargo del equipo es inmensa, casi infalible, como la de cualquier entrenador que decida dirigir al club más importante de Colombia. 

Es cierto que el 5-0 sufrido a manos de Atlético Nacional el pasado 10 de agosto fue el detonante principal de esta crisis futbolística que atraviesa Millonarios. Pero, ¿de dónde viene? De arriba, de los directivos. La falta de refuerzos ha perjudicado directamente los resultados del equipo y la culpa cae directamente sobre el entrenador. Quizás Juan Manuel Lillo no tenga nada que ver con aquellos que manejan a Millonarios, pero su cabeza es la que primero corre peligro. Son las consecuencias de ser técnico. 

Además, los resultados no lo respaldan. Este nuevo semestre, Millonarios acumula cuatro victorias, un empate y ocho derrotas, entre Liga y Copa Postobón. El resultado más humillante, ante el rival más histórico, tal vez han hundido la historia de Lillo en Millonarios. Es que un 5-0, jugando de la manera que lo hicieron, es aún más humillante. Todo se ha tornado un poco pasional, el corazón le ha ganado a la razón entre los hinchas azules y lo entiendo, perdonar algo así no puede ocurrir. Pero hay que pasar la página y, si es posible, respaldar otra vez al DT y al equipo.

Sí, un resultado puede sacar a un técnico y dejarlo en el olvido total. Juan Manuel Lillo pasó de héroe a villano y hasta el día de hoy no se han escuchado sus disculpas hacia la hinchada por tan vergonzosa goleada. ''A Brasil le metieron 7'', así se defendió. Después de la mayor vergüenza en la historia de Millonarios, el futuro del técnico español es incierto.

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Sobre el autor
Camilo  Pérez
Periodismo y Comunicación Social - Universidad de La Sabana. Porque todo es cuestión de pasión. #TheBeautifulGame