Millonarios no ganó y Lunari sigue en la 'cuerda floja'

Clásico 298 en la capital de Colombia con realidades drásticamente distintas en cada bando. Millonarios en crisis y con la urgencia de los tres puntos debido a la escasez de triunfos en las últimas fechas, rendimiento irregular en su funcionamiento táctico, bajo nivel de algunos de sus principales jugadores y con un Ricardo Lunari sembrando cada vez mas dudas sobre su capacidad técnica, mirando el partido desde la tribuna por las dos fechas de sanción que le impuso la DIMAYOR, frente a un Santa Fe que si bien venía de perder como local frente a Once Caldas, el presente en Copa Libertadores le permite respirar tranquilamente.

El colorido de la tribuna estuvo a cargo de la hinchada embajadora, que siempre para esta clase de partidos da espectáculos dignos de admirar y gana por goleada, donde cada vez se recupera más el regreso de las familias y los pequeños hinchas azules seguro jamás olvidarán el gran tifo realizado en la tribuna oriental del coloso de la 57, ni el estruendoso recibimiento con extintores azules que pintó el cielo bogotano de un azul profundo.

El arbitro antioqueño Wilmar Roldan dio el pitazo inicial y fue Santa Fe quien tomó la iniciativa desde el vamos. Con velocidad en sus atacantes y posesión de balón, no obstante la primera jugada de riesgo estuvo a cargo del lateral embajador Deiver Machado, quien de media distancia probó los reflejos de Robinson Zapata quien mandó el balón al tiro de esquina. Los cardenales no demoraron en responder y tras el cobro de un tiro de esquina por parte de Armando Vargas, quien remplazó a Ómar Pérez, y la mala salida de Nicolas Vikonis por poco hace que la visita se fuera arriba en el marcador.

Los dirigidos por Gustavo Costas seguían explotando la ya conocida falta de marca en medio campo de los azules, presionando desde la salida con sus atacantes a la defensa sin dejarla salir con balón dominado. En el minuto 8 fue Luis Carlos Arias quien desde el costado sur-oriental, lanzó el balón a manera de centro y este se fue cerrrando, estrellándose con el horizontal causando el susto en la parcial local.

Millonarios no podía equilbrar las acciones. La siguiente acción de riesgo nació de la mala devolución de Macalister Silva, quien realizó la peor presentacion con los azules en este 2015, dejándole el balón servido al creativo Vargas para el gol, pero entre Lewis Ochoa y Vikonis salvaron el gol cantado.

Al minuto 15, Fabián Vargas acusó molestias en una de sus piernas y fue remplazado por Rafael Robayo, quien le dio mayor contención al equipo en mediocampo y permitió que la defensa saliera un poco más y no defendiera tan al borde del área, mejorando el funcionamiento defensivo. A partir de allí, el partido se equilibró más y el primero en demostrarlo fue el mejor jugador de Millonarios, Javier Reina, quien dejando rivales a su paso y gracias al arrastre de marca de Fernando Uribe casi hace un golazo, la definición se le fue a la tribuna norte del Campín.

Cuando faltaban 15 minutos para terminar el primer tiempo, Federico Insúa, quien pasó desapercibido en el clásico, acusó una molestia en la cara posterior del muslo izquierdo y fue remplazado por el de siempre, Mayer Candelo, quien en el remate del primer tiempo se asoció con Reina y le dieron un funcionamiento más fluido al ataque embajador, donde este último, de nuevo de media distancia, seguía su duelo personal con el arquero Zapata tras un remate de 30 metros que casi se mete en el arco norte del Campín.

Millonarios recordó después de varias fechas que para no sufrir angustias en defensa, su mejor arma era la posesión de balón, sin embargo, cada ataque santafereño era peligroso y así lo demostró Luis Carlos Arias, quien en una de las últimas del primer tiempo tomó el balón de aire, remató pero se fue por poco desviado. De esta forma terminó la primera mitad, recordando a propios y extraños que los partidos 0-0 tambien son muy emocionantes ante el juego vistoso demostrado en el coloso de la calle 57 con carrera 30 de Bogotá.

Para el segundo tiempo, Millonarios salió decidido a irse en ventaja rapidamente. Uribe tuvo su jugada más clara frente al arco rival tras un balón filtrado por Silva, pero que el risaraldense no pudo aprovechar ante la rápida intervención de Zapata, quien se convirtió en una de las figuras del encuentro. Al siguiente minuto, los locales no daban respiro y de nuevo Reina desbordó en el area, descontó rivales pero no alcanzó a entregarle el pase claro a Uribe para gol.

La réplica no se hizo esperar y fue Yerry Mina, el defensor central de los santafereños, quien tuvo la mas clara tras un cobro de tiro libre, donde le quedó el balón libre en el área, tras varios rebotes y la mirada impavida del público soltó un zapatazo que contuvo muy bien, de nuevo Vikonis, quien tambien se subió al podio como uno de los mejores jugadores del encuentro.

De allí en más y tras el correr de los minutos, los equipos afianzaron sus marcas en el medio del campo, el desgaste físico de la primera mitad se hizo notar y de un partido vertiginoso, se pasó a dos equipos que cuidaban el balon sin arriesgar demasiado, parecía que solo un error podría desequilibar la balanza y de nuevo el volante azul, Macalister Silva, al igual que el primer tiempo devolvió mal un balón que le quedo servido a Otálvaro, pero este se fue saliendo del área chica hasta perder la opción de gol.

La estocada final para bajar el peligro la dio el propio cuerpo técnico azul, al sustituir al único jugador que creaba real riesgo en área contraria, Javier Reina por Jonathan Agudelo, el cual no tuvo mayor participación en lo que restó del partido. Los dos equipos parecieron conformarse en los últimos diez minutos de partido y salvo por un remate cruzado del volante albirojo Daniel Torres, no fueron más las acciones de riesgo en el clásico.

Pitazo final de Roldán, de buen arbitraje, que dejó el sinsabor en las tribunas abarotadas por hinchas azules que fueron con sed de victoria al clásico y vieron como el equipo pareció conformarse con un empate que poco o nada cambia la preocupante realidad de Millonarios: cuatro clásicos consecutivos sin ganar, cuatro fechas sin sumar de a tres, rendimiento colectivo muy pobre y un planteamiento táctico por parte de Lunari, quien al no poder ganar los partidos, parece no querer perder para mantenerse en el cargo.

La próxima cita será el jueves frente a Bogota por Copa Colombia, mientras que el próximo fin de semana será en la calurosa Barranquilla enfrentando a otro eterno rival: Junior.

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