En la previa el partido prometía y no defraudó. Dos de los mejores equipos del campeonato se enfrentaban en una noche lluviosa en el estadio el Campín a las 8.00 PM.

La hinchada de Millos tenía una importante cita y le cumplió al equipo teniendo una muy buena asistencia que le daba un color diferente al partido que estaría por jugarse. En el fútbol el local preocupo desde el inicio donde el visitante no aprovechó las varias opciones de gol que creo sin tener efectividad. La banda izquierda de Junior parecía ser el fuerte donde iba a sufrir más Millonarios, con buenas asociaciones entre Vladimir Hernández, Leiner Escalante y Roberto Ovelar, los visitantes pudieron irse arriba del marcador muy temprano con una diferencia de tres goles.

No fue así. La poca efectividad del conjunto de Alexis Mendoza le dio un respiro a Millonarios hasta que Roberto Ovelar marcó el primero del juego. Un remate de media distancia con complicidad de Nicolás Vikonis además de la gran ayuda por el estado del césped gracias a la lluvia que caía sobre el partido. Junior parecía el local, tanto por su juego como por su estado físico. Los visitantes hicieron un gran primer tiempo dejando preocupados a los hinchas azules que veían como de nuevo su equipo no creaba opciones de gol.

Terminaba el primer tiempo pero empezaba el renacer que tuvo Millonarios desde la charla que tuvo Rubén Israel. El técnico uruguayo movió sus fichas apostando por ser más ofensivo metiendo a Rafael Carrascal quien remplazó a un Elkin Blanco de muy mala noche con una amarilla encima.

Los embajadores parecían un equipo totalmente diferente al de la primera parte, los laterales salieron a atacar y de inicio David Silva y Michael Rangel advertían que empezaba una buena noche para ellos. Junior le costó el desgaste físico del primer tiempo y no pudo contener a un Millonarios contundente que tuvo el primer gol en Rafael Robayo tras un remate de cabeza.

Cuando Jonathan Estrada y David Silva se juntan, Millonarios lo siente. En el primer tiempo los dos jugaron muy separados y el equipo no logró un solo remate al arco mientras que en la parte complementaria crearon situaciones con su buena asociación. Los locales no se conformaban con el empate y tras una gran jugada por derecha a pase de Lewis Ochoa, Michael Rangel le rompió el arco a Sebastián Viera y marco un verdadero golazo.

Junior intentó  reaccionar y tuvo varias aproximaciones bien atajadas por Nicolás Vikonis pero de a poco los de la costa empezaban a quedarse en el partido y a su técnico no se le veía muy seguro en los cambios. Pasaban los minutos y los azules siguieron teniendo opciones con un palo de Jonathan Estrada y una jugada de laboratorio que atajó bien el portero de los tiburones, hasta que tras un muy buen remate de Michael Rangel, el equipo albiazul marcaba su tercer gol y sentenciaba un partido que cambió su rumbo en la segunda parte.

Un partidazo. De esos que le gustan a los amantes del fútbol pero que más ilusionan a los hinchas de Millonarios que vieron como su equipo supo salir de una gran adversidad llevándose tres puntos que sin lugar a duda hacen crecer el aroma a la tan anhelada estrella 15. 

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Sobre el autor
Daniiel Mauricio
Soñador y con metas. Hijo de Dios. Entretenedor deportivo en camino al periodismo. Director y fundador de @SMestereo. Opiniones personales.