Millonarios sumó la segunda derrota consecutiva en la semana frente a Deportes Tolima, además llegó a seis encuentros sin ganar en total y la situación es más crítica a medida de que pasan los partidos. Los embajadores no han podido levantar cabeza del pésimo momento que viven y ahora es inevitable no hablar de crisis, el equipo neutralizó por momentos a el Tolima pero los retrocesos lentos en defensa le cobraron y las ganas por igualar el marcador no le alcanzaron para que Millonarios se devuelva a Bogotá nuevamente con las manos vacías.
Al inicio del compromiso se vio a los dos equipos luchando por la pelota en la mitad de la cancha, por momentos se vio un poco más fuerte en ataque a el Deportes Tolima y aunque los capitalinos llegaban al área rival, nunca fueron claros en la manera de concretar sus jugadas. Sin embargo, los pijaos encontraban espacios encarando desde los costados hacía adentro y entendieron que allí estaba la fórmula para llegar al gol. Fue justo desde esa vía en la que derivó la primera anotación a manos de Abdiel Arroyo, el panameño desbordó desde la izquierda para luego enganchar hacía adentro y con un potente remate con curva vulneró el arco defendido por Nicolás Vikonis. En la primera parte Millonarios no contó con muchas opciones claras pero cabe resaltar que sí se le vio compacto y controlando las llegadas del rival.
Para el segundo tiempo, Rubén Israel ordenó a sus jugadores ser más intensos ofensivamente y se la jugó toda por remontar el marcador, pues ya se sabía que este partido dictaminaría su futuro inmediato dentro de la institución azul. Pero el riesgo le terminó cobrando el segundo gol en contra para su equipo, con una Pedro Franco y Carlos Henao bien abierto en defensa, el Tolima aprovechó los espacios para filtrar un pase profundo entre líneas buscando a Angelo Rodríguez quien no desaprovechó la oportunidad y concretó el segundo tanto. Bastaron seis minutos para que llegará el tercero del vinotinto y oro, lo que causaba desconcierto e impotencia en el banco de Millos y de sus propios jugadores, principalmente del capitán Rafael Robayo, expulsado un minuto después del gol por una dura entrada.
Millonarios siguió atacando, no bajó los brazos y consiguió el descuento por intermedio de David Mackalister Silva con un remate fuera del área que se desvió en el defensa Torijano. A Enzo Gutiérrez se le notó con un poco más de ritmo pero sin embargo no es el delantero que la hinchada esperaba, indeciso y con remates sin precisión ni potencia, fueron algunas de las intervenciones del argentino.
Por otra parte, gracias a la expulsión sufrida, Israel decidió no hacer cambios con jugadores ofensivos para intentar darle vuelta al marcador.
La crisis de Millonarios se extiende y mañana será un día clave el equipo y el cuerpo técnico encabezado por el uruguayo, que hasta ahora su futuro parece lejos de la institución que algún día fue la más grande del mundo.