La noche anterior Millonarios cayó por la mínima diferencia ante el Bucaramanga en condición de local lo cual provocó la ira de los hinchas que asistieron al Campín.

La noche cada vez es más oscura en las toldas azules ya que la crisis deportiva e institucial cada día es más grande y esto se vio reflejado en la reprochable reacción que tuvieron los aficionados llegado el minuto 88 del partido.

Increíblemente acompañado de los malos resultados del equipo la suerte también le es esquiva ya que ayer Millonarios no jugaba un mal partido, en los últimas tres jornadas el azul había mostrado muy poco fútbol pero en este encuentro contra el Bucaramanga Millonarios daba luces de equipo y tal vez mostraba su mejor versión este semestre. Pero como cuando llegan los males lo hacen todos a la vez, en la única llegada que tuvo la visita en la primera mitad con un remate de más de 25 metros el delantero Darío Rodríguez colgó el balón en el ángulo superior derecho del portero Vikonis.

Este fue el detonante que acabó por colmar la paciencia de los asistentes al Campín que cerrando al primera mitad ya daban señales de lo que terminó pasando tiempo más tarde. Al finalizar el primer tiempo los jugadores y el cuerpo técnico salieron chiflados y en una lluvia de insultos para el vestuario.

Comenzada la segunda mitad el ánimo en las tribunas era digno de una caldera ya que la paciencia se le había terminado al hincha y al no llegar el empate explotó la bomba de tiempo, en el minuto 88 un grupo de "hinchas" invadió el gramado del Campin llegando al extremo de intento de agresión hacía los jugadores y el dt.

Al final por la invasión de campo el árbitro dictaminó dar el partido por finalizado, dejando como resultado una nueva derrota para Millonarios y una mancha imborrable para la historia del Embajador.