Desde el primer minuto, aparecieron dos contrastes diferentes en el partido, un bipolar onceno verdolaga dirigido por Juan Carlos Osorio -el comportamiento con los volantes externos no fue el mejor y no hubo quien llevara el balón con ideas-, enfrentó a un aguerrido y sorprendente cuadro de La Equidad, que aprovechó las falencias en el medio campo que tuvo su rival -malas entregas del balón y falta de coordinación en la marcaje-.

La Equidad dominó el balón, presionó en campo rival y así entendió que para desarmar el ataque del equipo verde, debía ir a quitar el primer pase, que es clave en el equipo paisa. Los encargados de dar ese pase fueron: Alejandro Bernal, Farid Díaz y Gilberto Alcatraz García. Ellos, en la mayoría de ocasiones no encontraron a un compañero vacío o libre sin marca y por eso les toco hacer la jugada de manera individual.

Entre tanto, el equipo bogotano hizo un juego inteligente, le quitó el balón al equipo paisa, lo dominó y supo hacer la presión en el momento que lo requería el compromiso. Stalin Motta y Juan Sebastián Villota, fueron los encargados de administrar el balón, generar ideas creativas y por momentos tener la posesión del esférico para que los jugadores de Atlético Nacional, presionaran y dejaran espacios en la zona defensiva.

El equipo paisa nunca encontró una idea de juego clara, sus volantes externos Orlando Berrio y Jonathan Copete, no pudieron desbordar por sus zonas, como lo pide su técnico. Harrison Otálvaro lució más desconocido que nunca, no supo desmarcarse, no encontró espacios para recibir la pelota y en la mayoría de ocasiones le tocó recuperarla y hacer la juagada individual.

Por su parte, el conjunto asegurador aprovechó las opciones que creo. En el primer gol, la zaga defensiva verde, se durmió, no coordinó el cierre y eso lo aprovechó la Óscar Barreto para poner el primer tanto en el marcador. La segunda anotación, fue producto de la impotencia de Atlético Nacional, de lo mal parado que quedó en el fondo, luego del primer gol, eso se pudo reflejar en la anotación de Roger Torres, quien llegó prácticamente mano a mano en contra de Armani y definió para poner el segundo gol en el marcador.

Los cambios en el equipo verdolaga no surgieron efecto para cambiar el destino del partido. Michael Rangel entró faltando 12 minutos para finalizar el partido y nunca le llegó el balón; Alejandro el lobo Guerra nunca pudo encontrar un socio para crear jugadas y entró en el minuto 58; Sebastián Pérez no encontró una idea de juego, para quitar el balón y entregarlo rápido, el volante paisa ingresó en el minuto 68.   

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