A priori era claro que el partido representaba para Nacional simple compromiso, sin caer en la prepotencia, pero concientizados en que el próximo miércoles el club juega el partido más importante en mucho tiempo con la final de la Copa Libertadores.

En un juego marcado por el regreso de Alejandro Bernal y el debut de Jhon Edison Mosquera, Nacional mostró la que sería su versión C del equipo. Con muchos cambios y variables, solo 7' minutos bastaron para marcar diferencia y sellar el partido ante un endeble Fortaleza.

Nacional supo controlar los tiempos del juego, aunque Fortaleza mostraba más ahincó que fútbol, los de Rueda no sufrieron en ningún momento la adversidad durante los primeros 45' minutos. 

Es de rescatar que Fortaleza no se achicó nunca, aun en desventaja fue y buscó el juego, pero dejó a entrever sus claras limitaciones tácticas. Con poco juego, poco hizo y hasta por momentos plasmó la imagen de un equipo que por más lucha que realice, posiblemente este condenado a la segunda división.

En la segunda parte el monólogo continuó, Nacional puso el pie  en el acelerador un par de ocasiones pero la falta de definición impidió que la ventaja fuese más amplia en su momento. El 'verde' rápidamente cerro el juego, la mente no estaba para nada más y el rival no impuso mayor resistencia en la parte final.

Ahora los dirigidos por el vallecaucano Reinaldo Rueda se encarrilan en el compromiso que todo jugador vestido de verde y blanco quisiera jugar, la final de la Copa Libertadores esta a la vista y por futbol y algo más Nacional tiene todo para ganar, aunque al frente está un equipo más que respetable.