De ensueño es el presente que vive Miguel Ángel Borja con Atlético Nacional. Ayer fue el encargado de anotar los tres goles para que el cuadro antioqueño diera vuelta a la serie ante Coritiba y se metiera entre los cuatro mejores de la Copa Sudamericana.

"Hay que darle la gloria y la honra a Dios, sin él nada es posible", afirmó el delantero como es ya su costumbre al de comenzar las entrevistas, exponiendo su fe ante los medios y agradeciendo por lo que logró desde su llegada al conjunto de la capital antioqueña.

El delantero ya lleva 17 goles en 22 partidos jugados con la camiseta del actual campeón de América y ayer consiguió su primer hat-trick en el club. Sin embargo, la ambición que tiene el equipo lo lleva a ponerse metas aún más grandes: "esperemos que vengan muchos más. Hablé con un amigo y le dije que tenía la fe de que hoy (ayer) iba a hacer tres goles".

Borja sostuvo que el resultado sirvió para que todo el plantel se fuera contento a casa y destacó la claridad de Macnelly Torres para poner el pase que terminó en un golazo de tijera por parte del ex Cortuluá: "Macnelly la puso como con la mano y le pegué bien".

Finalmente, Miguel Ángel Borja le dedicó las tres anotaciones a su familia, en especial a su compañera sentimental: "a mi familia, a mi esposa que siempre me acompaña al estadio y ha estado conmigo en las buenas y en las malas".

El director Reinaldo Rueda reconoció en rueda de prensa lo hecho por su dirigido en el compromiso ante Coritiba: "Miguel Ángel estaba hecho para Atlético Nacional, él soñó con estar acá. Es un muchacho muy noble, que trabaja muy bien. Se deja aconsejar, corregir, eso lo hace más grande".

La próxima tarea para el cuadro antioqueño en la Sudamericana será medirse contra Cerro Porteño, club que ya dejó en el camino a los colombianos Santa Fe e Independiente Medellín.