Con un estadio en su mayoría rojo y blanco, Santa Fe y Millonarios saltaron al campo con presentes distintos, pero con el mismo objetivo, ganar. Los dirigidos por Wilson Gutiérrez llegaban siendo líderes y los tres puntos eran claves para mantener dicha posición; mientras que los de Juan Manuel Lillo no ganaban desde la cuarta fecha y buscaban con un triunfo acercarse a los puestos de arriba.

El partido fue muy parejo, ambos tuvieron oportunidades para abrir el marcador. Santa Fe que hacía de local perdonó en dos ocasiones encontrando buenas respuestas en Delgado. Millonarios en los pies de Vásquez y de Dayro Moreno también inquietó.

La pelota quieta fue la clave

El partido se fue trabando en mediocampo y el dominio se fue alternando entre rojos y azules. Sin embargo, cuando ya la primera mitad expiraba, un córner de Millonarios desembocaría en un centro rastrero sobre la derecha del área cardenal que terminaba en los pies de Andrés Cadavid, quién sin pensarlo dos veces clavó la esférica en las redes de Camilo Vargas. Con el tanto los embajadores encararon el encuentro con una nueva cara el encuentro, aguantando con la pelota y esperando que su rival se desesperara para definir el encuentro.

Santa Fe no halló espacios dentro del sólido bloque defensivo de los de Lillo, y fue por esto que ingresaron Ferreira y Cuero iniciando la parte complementaria. El reloj continuó su rumbo y el juego de Santa Fe no aparecía, los cambios no surtieron efecto, y ni Cuero, ni Omar, ni Méndez, ni tampoco Copete consiguieron desequilibrar ni asociarse. Las opciones eran más bien para los visitantes, que encontraban en repetidas ocasiones a una defensa desprotegida por el afán albirrojo por igualar. 

En el tramo final, con el ingreso de Herrera y con más corazón que fútbol, Santa Fe empujó y trato de marcar como fuera. El juego pasó de ser un partido trabado a ser uno de ida y vuelta, de una jugada de Santa Fe nacía una de Millonarios y viceversa. Fue así como al 90' los rojos tuvieron la más clara. Omar Pérez recibió la pelota entrando al área y disparó con poca fuerza pero con buena dirección al palo derecho de Delgado. El arquero visitante de nuevo salvó de gran manera a su equipo con una magnífica estirada atrapando abajo el balón; y ahogó así el grito de gol de todos los aficionados cardenales.

Con el 0-1 final en el clásico capitalino, los azules llegaron a once puntos consolidándose así entre los ocho, y recibiendo una inyección de confianza para el proyecto de Lillo. Los embajadores tendrán que ratificar su condición de candidatos al título éste martes ante Huila en casa. Pos su parte, os dirigidos por Wilson Gutiérrez, a pesar de caer siguen en la cima debido a la derrota (1-2) de Atl. Nacional. El cuadro rojo y blanco bogotano enfrentará éste martes a Atl. Mineiro en Belo Horizonte por la Libertadores; entretanto, su próximo partido por Liga Postobón será el próximo 2 de marzo ante el mismo Millonarios en busca de revancha. 

VAVEL Logo