Santa Fe salió vivo de los primeros quince minutos del partido, en los cuales el local fue superior y tuvo la posibilidad de abrir el tanteador. Wilson Gutiérrez decidió jugar con el tradicional 4-3-1-2, el cual se alteraba cuando no se tenía la pelota para armar un bloque de nueve hombres, con un 4-5-1. El Blanco Blanco salió a por todo y arriesgó de más, dejó muchos espacios atrás y la visita no perdonó. Dos goles de tres remates a puerte.

El local siguió arriesgando y la visita aprovechando

Con la ventaja el trabajo cardenal parecía más fácil, seguir esperando y contragolpeando. Flabio Torres sabía lo que haría Santa Fe, por lo que sacó un volante de marca por uno ofensivo. La modificación surtió rápidamente efecto y el recién ingresado, Carlos Robles, descontó. No obstante, el riesgo tomado tuvo un efecto colateral, con solo los dos centrales y Cabezas como cabeza de área eran únicamente tres los jugadores que disponía el estratega tolimense para defender. Robles, él mismo que segundos antes celebraba el descuento, regaló una pelota en la salida. Los zagueros del equipo manizalita no pudieron detener a Cuero, y éste cedió el tanto a Wílder.

Flabio sacó a Henao y con los laterales lanzados al ataque su zaga quedó desprotegida

Los tres hombres en ataque de Santa Fe tuvieron una gran noche, la velocidad de Wilder y Cuero sumada a la claridad de Omar fueron el fundamentales en el equipo de Wilson. Igualmente, la labor defensiva y la del ya mencionado bloque de nueve hombres fueron muy importantes. Luego del huracán caldense del inicio, la única clara que tuvo el equipo local fue el gol. Esto debido al trabajo defensivo de su rival, El sacrificio dio frutos. La recuperación del balón era rápida, pero era más rápida la ofensiva cardenal, aprovechando principalmente las despobladas zonas laterales con extremos jugando a la espalda de los defensores laterales.

Tenencia de pelota para cerrar el juego

Con los mismos hombres, Santa Fe saltó al campo para el segundo tiempo. Sólo una modificación, la actitud. Manejar el balón fue lo que buscó hacer Santa Fe en la parte complementaria. Fueron 45 minutos de trámite, en los cuales el Expreso no sólo no permitió que su rival no recortara la diferencia, sino que aumentó dicha diferencia. El banda derecha fue una autopista para Jéfferson Cuero, desbordes y diagonales durante todo el tiempo que estuvo en cancha. Once Caldas no tuvo oportunidades de gol en la segunda etapa y su juego ofensivo se vio superado por una sólida defensa roja.