El árbitro Gustavo González decretó tiro libre indirecto al minuto 19 del juego entre Once Caldas y Santa Fe por un balón dividido en el cual el defensa cardenal, Yair Arrechea, entró con la pierna arriba y enseñando los taches al volante albo Mike Campaz; no hubo contacto, pero sí juego peligroso y eso según el reglamento amerita la falta. González levantó el brazo indicando que el tiro libre era indirecto, mas en el momento del cobro no lo tenía alzado y el mediocampista de Once Caldas, Johan Arango, disparó al arco y el balón ingresó sin ser tocado por algún otro jugador. El juez validó erroneamente la acción y el partido concluyó 0-1 a favor del blanco blanco.

Santa Fe está, según el reglamento, en todas las facultades de demandar el partido. Sin embargo, el presidente del equipo cardenal César Pastrana le expresó a EL TIEMPO que no se iba a tratar de hacer repetir el partido: "Respeto y valoro el trabajo arbitral. Nunca en mi carrera directiva tanto en el fútbol aficionado como ahora en el profesional me he manifestado sobre las actuaciones arbitrales. Son parte del juego. Y por lo tanto lo que se gane, pierda o empate dentro del terreno de juego, así debe quedar", agregó Pastrana

Aun así se espera que la Comisión Arbitral de la Federación Colombiana de Fútbol tome las medidas respectivas de sanción en contra del juez Gustavo González.