Pedro Gallese (5): No tuvo mucho trabajo, debido a las pocas chances colombianas. Sin embargo, el único disparo peligroso por parte de James Rodríguez, entró. Fuera de ello, se le mostró sereno y tranquilo. No hay que abusar de esta porque podría jugar en contra.

Aldo Corzo (6): Posiblemente, el miembro de la línea defensiva que más agallas puso, hasta el ingreso de Miguel Araujo. En el primer tiempo contuvo bien a James Rodríguez y a pesar de su estatura, se mostró más decidido que los volantes colombianos. El más despierto del equipo peruano.

Christian Ramos (4): Descoordinado en este partido. Por momentos se le veía abrumado por el pressing de los delanteros colombianos. Duván Zapata fue más que el defensa de Emelec en casi todo el encuentro. Se tranquilizó cuando cambiaron al hombre de la Sampdoria.

Alberto Rodríguez (4): Durante el martes nos demostró que ya no tiene gasolina para aguantar 90 minutos un partido de suma competencia. Al inicio del segundo tiempo, tuvo que ser cambiado por Miguel Araujo para reforzar la zaga. El ‘mudo’ terminó dejando el gramado con la pierna en hielo.

Miguel Trauco (4.5): Tuvo marca, aunque no mucha. A su vez, también tuvo creatividad, pero no mucha. Le costaba asociar por la izquierda. Como muchos de sus compañeros, también estuvo apagado.

Renato Tapia (4.5): Fue más un hombre de palabra que de acciones dentro de la cancha. Sin embargo, sobre los minutos finales, tuvo un cierto despertar. Empezó a elaborar por bandas con Yordy Reyna y Raúl Ruidíaz. Desafiando su condición de volante de contención.

Yoshimar Yotún (4.5): Después de muchos partidos, el popular ‘Yoshi’ no mostró su mejor cara. El tipo creativo, ingenioso y más polifuncional del seleccionado peruano no estuvo presente futbolísticamente en el Estadio Nacional en el partido ante Colombia.

Edison Flores (4): Pensó más de lo que generaba. Algo totalmente adverso a lo que mostró en la Bombonera ante Argentina en un partido en donde Perú mostró una faceta mucho más defensiva. La dupla de contención entre Abel Aguilar y Carlos Sánchez le robaba el balón como si este fuese un caramelo de un niño.

Christian Cueva (3): Nos mostró al Cueva que viene pasándola mal en el Sao Paulo de Brasil. Abrumado e intimidado, eran pocas las cosas las que podía hacer con el balón ante una Colombia que de contragolpe se convirtió en una escuadra superior a la peruana. Con los cambios, lo mandaron a por las bandas. Pero aun así, no mostraba su despertar como jugador destacado.

André Carrillo (2): En el partido más importante de la historia de la Selección Peruana, fue el que peor cara mostró. Era el del proceso ante Markarián. Y no por el hecho de fallar goles. Sino por el hecho de que su sentido quimboso y fugaz desapareció. No llegaba a alcanzar el balón tras los pases largos, ni podía eludir a los laterales colombianos. Su cambio por Yordy Reyna era justo y necesario.

Paolo Guerrero (7): El golazo de tiro libre que pudo ser invalidado por ser indirecto, pero que terminó rebotando en la mano de Ospina; terminó por convertirlo en el héroe eterno del Seleccionado Peruano. Fuera de ello, no se le vio mucho en el partido y menos en los intentos. Aunque, volvía a destacar por sus juegos de espaldas.

Miguel Araujo (6.5): Su ingreso reorganizó la defensa, aunque esta empezó con un poco de traspiés, luego del gol de James Rodríguez. Tras ello, impuso la jerarquía en la primera zaga. Sin dudas, es el defensa titular del proceso a Catar.

Yordy Reyna (4): Tuvo minutos y contribuyó en la labor creativa, más que en la labor definitoria. Fue revulsivo, pero no levantaba la cabeza para finiquitar. Hoy, es más ‘10’ que el ‘9’ que era cuando fue su debut.

Raúl Ruidíaz (3): Lo hicieron trabajar fuera del área y ese no es el fuerte del goleador del Monarcas Morelia de México. Se pensó que iba a entrar porque Gareca quería colocar toda la carne en el asador. Sin embargo, no se le vio muchas veces con el balón.