Nuevamente Perú inició flojo las acciones, tanto la blanquiroja como el cuadro ecuatoriano se dejaron ganar por los nervios, no había quien se hiciera dueño del balón, los técnicos propusieron un encuentro físico, de pelotazos frontales y la lucha por el rebote. A pesar de esto, Perú, de a pocos, lograba controlar las acciones, defensivamente seguro y ayudado por la desesperación de su rival, eso sí siempre dando una que otra ocasión de gol, que los ecuatorianos no terminaban por concretar.

Fue recién en el segundo tiempo y en la única jugada elaborada de Perú, que se juntaron por la derecha, Benavente y Reyna, el defensor ecuatoriano le cometió falta a este último, falta que cobró Deza desde el punto penal.

Hay que tenerla

Aquí nuevamente el partido requería que los jugadores peruanos tuviesen el balón, defenderse con la pelota, pero todo lo contrario, Perú le regaló la posesión del partido a su rival, que si bien no era claro, a través de la pelota parada generaba temor en el arco nacional.

Así llegaron los goles de descuento, cuando quizá menos lo merecía Ecuador y finalmente, la ventaja, que a falta de 10 minutos para el fin del partido, demolió los ánimos del seleccionado y nos obliga a luchar la clasificación en la última fecha.

El trabajo del técnico Ahmed deja mucho que desear en este sentido, ya que ni en el triunfo ante Venezuela se pudo ver a un Perú ampliamente dominador del balón, ordenado y que buscara que sus talentos en la delantera se asociaran; por el contrario hasta el momento, todo se basa en acciones individuales y el talento de cada jugador, esta es la tarea que contra Brasil tendrá que cumplir Perú.