Pedro Gallese: Salvó a Perú en más de una ocasión con sus atajadas. Antes el partido, muchos apostaban por el que tenga más roce internacional. Pese a no tenerlo, Gallese continúa siendo una apuesta primordial para Ricardo Gareca, por encima de Diego Penny y Salomón Libman.

Luis Advíncula: Jugó con mayor marca que en otros partidos. Sin embargo, le faltó sociedad con los de arriba. Individualmente, demuestra que está en óptimas condiciones.

Carlos Zambrano: Pagó cara la falta que le való la tarjeta amarilla que le hará perderse el partido ante Uruguay. Aún así, mantuvo la compostura y el órden. Supo contenerse a sí mismo ante la presión de los delanteros venezolanos.

Carlos Ascues: Probablemente el hombre criticado por el caso del gol de penal de Otero. Ascues, ante Venezuela, demostró que su falta de competencia le pasa factura. Tuvo sus momentos destacados, pero fueron más los preocupantes.

Juan Manuel Vargas: Sensible a comparación de otros partidos. No pudo con Josef Martínez y su habilidad para apoyarse con los demás dacayó después de los 25 minutos. No fue el hombre corpulento que Perú tuvo por mucho tiempo. Se perderá el partido ante Uruguay por desgarro muscular.

Renato Tapia: Se le notó perdido en varias ocasiones del encuentro. No llegó a encontrar ni a Cueva ni a Ballón para el momento de elaborar contras rápidas. Gareca lo tuvo que sacar en el segundo tiempo para apostar por Carlos Lobatón.

Josepmir Ballón: Otro cuestionado en el mediocampo peruano. Ya venía sin momentos destacados en Sporting Cristal. Y ejercer como volante de contención acompañado de uno y no dos le hizo desconocer de sus viejas costumbres.

Christian Cueva: Perdido con Pizarro y Farfán. Sin embargo, los ingresos de Flores y Ruidíaz bastaron para despertar las habilidades latentes del jugador del Toluca. Cueva tocó balones con un poco de desperación, aunque en el segundo tiempo, fue más efectivo al momento de asociarse.

Jefferson Farfán: Con buenas intenciones, pero sin competencia. Su traslado con el balón no fue el más preciso y prefirió recibir más balones que ofrecerlos. No se entendió muy bien con Advíncula por la derecha. Al igual que con Vargas, también se perderá el duelo ante Uruguay.

Claudio Pizarro: No jugó en la posición en la que juega en Alemania. Sin embargo, cabe señalar que el 'Bombardero' no es un hombre para hacer duplas. O es Guerrero, o es él; pero no los dos. Su relajado partido forzó a Gareca a cambiarlo por Raúl Ruidíaz. Quien ingresó al campo con intenciones más grandes.

Paolo Guerrero: Dejó escapar muchísimas ocasiones de romper las redes de Alain Baroja. Sin embargo, "tanto va el cántaro al agua que se rompe". El hombre del Flamengo consiguió su revancha con el gol y superó en la marca de máximo goleador de la selección al mítico Teófilo Cubillas. Aunque, no en el mejor de los momentos.

Carlos Lobatón: Criticado durante su ingreso por Tapia, ofreció más de lo el joven del Feyenoord pudo dar. El veterano volante de Sporting Cristal se encargó de dar ese toque de liderazgo dentro del mediocampo. Mérito para reestructurar aquella zona cuando el elenco venezolano se encontraba en su cúspide moral.

Edison Flores: Entró seguro de sí mismo y dispuesto a sorprender. Corrió, desplegó y desequilibró como pocos. Se pudieron presenciar a varios hinchas pidiendo que se juegue a la derecha por el buen momento en el que llega el 'orejas'. Entró por Farfán, quien se perderá el partido ante Uruguay. ¿Augurio de titularato en Montevideo?

Raúl Ruidíaz: Sin duda, la figura peruana. Su ingreso por Pizarro demostró que el hombre de Universitario sí puede ser un delantero multiuso a diferencia del 'Bombardero'. Anotó el gol que le devolvería el respiro a los hinchas locales en el último segundo y supo mantener el espíritu decisivo dentro del terreno.