Primer duelo de la historia entre ambos equipos. Uruguayos y bolivianos esperaban dar lo mejor de sí con el objetivo de pasar a la siguiente fase de esta copa. A Peñarol le tocaba dar el inicio a esta llave como local, y estaba obligado a convertir la mayor cantidad de goles posibles si no quiere sufrir en la altura de Cochabamba la próxima semana. Por su parte, Jorge Wilstermann pretendía conseguir un resultado positivo en Uruguay, esperar lo que suceda en su casa pero con el fin de pasar la fase inicial, ya que en su participación anterior no había podido lograr.

Todo comenzó más que bien para el conjunto “Manya”, controlando los primeros minutos de juego con la conducción de Antonio Pacheco, la velocidad tan característica de Jonathan Rodriguez, el juego aéreo de Marcelo Zalayeta, la concentración entre la línea defensiva y, quizás el aspecto más bajo, la creación en el mediocampo. En él, Sebastian Piriz volvió a mostrar el nivel irregular que desempeñó ante Cerro por el Torneo Apertura, y sin dudas, Jorge Fosatti deberá encontrar una variante para el jugador. ¿Sergio Orteman? ¿Hernán Novick? El DT decidirá.

Como el funcionamiento del equipo local daba réditos, tuvo su merecido y encontró el primer gol de la noche. Antonio Pacheco ejecutó un tiro libre rumbo al área penal, donde Marcelo Zalayeta la bajó de pecho (raro que haga esas cosas, ¿no?) y Jorge Rodriguez, desde fuera del área, remató con potencia y colocó la pelota en el arco defendido por Matías Dituro a los 12 minutos. Merecido en esos momentos por el trámite del encuentro ante un conjunto boliviano que le costó tener por demasiado tiempo el balón en su poder y careció de creación y profundidad.

Luego de la conversión, los locales bajaron el ritmo de juego y se atinaron a observar las equivocaciones del rival para poder dañarlos en cuanto se pudiese. Los defensores David Diaz y Christian Vargas lograron contener bien las subidas de los laterales “aurinegros” Andrés Rodales y Diogo Silvestre, mientras que los mediocampistas de Jorge Wilstermann eran funcionales al esquema planteado por Jorge Baldivieso, quien pretendía que los contrarios no recuperen el balón de manera rápida para que puedan pensar en alguna estrategia de juego.

Para el segundo tiempo, Peñarol sabía que debía mejorar en cuanto al juego desde la mitad de la cancha y poder asistir de la mejor manera a los delanteros Jonathan Rodriguez y Marcelo Zalayeta para que puedan convertir algún gol más, aunque este último retrocedía unos metros hacia la posición de Antonio Pacheco, quien jugó de enganche en algunos pasajes del partido y en otros, como mediocampista por la derecha.  Tras estos cambios, el equipo boliviano redujo los espacios y adelantó su línea defensiva,  presionando más que en la primera mitad. Es por eso, que dejaron sin creación al “carbonero”, y se animaron a atacar de manera esporádica entre los primeros 30 minutos. Acercamientos de Rodrigo Vargas, Carlos Neumann y Roly Sejas preocuparon a Pablo Migliore, quien ha tenido dos intervenciones claras, a pesar de tener molestias físicas.

Jorge Fosatti decidió hacer cambios e hizo ingresar al delantero Juan Manuel Olivera y al volante Alejandro Silva, con el objetivo de tener más peso en ataque (las cualidades de Olivera era una de las posibilidades para encontrar el segundo gol) y no carecer de profundidad con la entrada del ex jugador de Lanús de Argentina. No fueron efectivos sus ingresos al Estadio Centenario, ya que no influyeron en el juego que pretendía mostrar el “Manya”, pero siempre hay alguien que te puede salvar en este tipo de encuentros cerrados y que te complican de una manera que no estaba pactada. ¿Antonio Pacheco? Había salido cuando faltaban 15 minutos para la finalización del partido. ¿Jonathan Rodriguez? Él mismo. Tomó la pelota en zona ofensiva luego de unos rebotes y encaró hacia el área boliviana. El “Cabecita”, con su velocidad y su regate, impactó la pelota rumbo al arco y encontró el segundo gol tan esperado por todos a 5 minutos del final. 2-0 y tranquilidad a medias para muchos.

Peñarol deberá disputar el partido de vuelta ante Jorge Wilstermann el próximo jueves en Cochabamba y tratará de hacer valer su ventaja deportiva.

Resta esperar.