El equipo de Humberto Grondona goleó a los guaraníes, consiguió el pasaje al Mundial de Nueva Zelanda de 2015 y está muy cerca de obtener la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. 

El partido fue parejo en su comienzo. Paraguay comenzó mejor generando cierto peligro por la banda derecha de su ataque —sobre todo mediante las trepadas del lateral Ariel Benítez—, pero no logró inquietar a Augusto Batalla. El triángulo final compuesto por el portero Tomás Echagüe, Iván Cañete y Marcos González pretendió constantemente salir jugando por bajo desde la última zona, pero la imprecisión de sus toques hizo que Argentina recuperara el balón en las puertas del área y pudiese convertir, pero los delanteros albicelestes fallaron en el último toque.

Por otra parte, al pretender avanzar en el campo, el seleccionado guaraní quedaba mal parado en el fondo y se encontraba expuesto a los contragolpes del rival, que mediante el tándem compuesto por Leonardo Rolón y Cristian Espinoza aprovechaba los claros que dejaba el sector izquierdo de la defensa. De hecho, las dos primeras oportunidades del partido provinieron de incursiones de Rolón, en los minutos 7 y 8, que terminaron en un córner y en un cabezazo desviado de Giovanni Simeone, respectivamente, pudiendo perfectamente la culminación del delantero millonario haber sido la apertura del marcador. 

Paraguay intentó con un par de tiros de Juan Santacruz desde media distancia, pero los remates pasaron lejos del arco argentino. En el minuto 18, Ángel Correa, en una jugada individual, eludió a tres rivales con mucha habilidad y remató suavemente hacia el arco desde afuera del área, pero Echagüe dio un rebote que dejó de cara al gol a Simeone, que no perdonó. La selección albirroja no tomó los recaudos necesarios para contener las ofensivas rivales y pagó caro sus intenciones de buen fútbol de los primeros minutos.

En esa primera parte del encuentro Tomás Martínez se hacía notar en la cancha, distribuyendo con criterio el balón desde el centro del campo. Fue el mejor del partido, en lo que fue su mejor actuación en lo que va del certamen. 

Los guaraníes se acercaban con más remates desde fuera del área e intentaban llegar al arco a través de la pelota detenida. Faltando poco para que finalizara la primera parte, Cañete la peinó tras un centro de Santacruz y Juan Bogado apareció solo por el segundo palo. Definió con potente remate, pero se encontraba en posición prohibida y su tanto no fue validado. Con más ganas que ideas, los hombres de Víctor Genes intentaban igualar el partido, mientras que los albicelestes esperaban en campo propio e intentaban salir de contragolpe.

A tres minutos del final de la etapa inicial Martínez se animó a descolgarse de su posición, eludió a su marcador, pisó el área y ante la presión de Saúl Salcedo intentó una verónica, pero fue derribado por el guaraní, por lo que el chileno Julio Bascuñán sancionó el penal. El encargado de la ejecución fue Simeone. Su remate fue bien dirigido, pero no fue lo suficientemente potente como para vencer la defensa de Echagüe, que adivinó a qué palo se dirigiría la pelota y la envió al tiro de esquina.

En el minuto 48, ya en la etapa complementaria, Argentina liquidaría el encuentro. Un zapatazo excepcional desde fuera del área de Leonardo Rolón —quien sobre el cierre se iría expulsado por una falta totalmente evitable— se incrustó en el ángulo superior derecho del arco que da contra la tribuna Ámsterdam, dejando sin asunto al portero paraguayo. 

Los albicelestes fueron más también en la segunda mitad y merecieron aumentar la diferencia. Paraguay no encontraba los caminos y prácticamente no inquietó a Batalla. Recién en el minuto 66 de juego, un remate de Enrique Araujo, que había ingresado en el segundo tiempo, hizo volar notablemente al golero de River Plate, quien se lució y mandó el balón al córner. El contragolpe de los hombres de Grondona era más peligroso que el empuje albirrojo.

A los 76 minutos de juego, Facundo Monteseirín cortó notablemente en mitad de cancha una combinación guaraní y habilitó de gran forma a Simeone, lanzando la pelota por aire por sobre la defensa rival. El delantero millonario paró el balón con el pecho y remató de zurda de forma potente contra el vertical derecho de Echagüe, quien nada pudo hacer.

El juego deslucido de Paraguay luego del segundo gol tornó poco emotivo el complemento. Sobre el final Sergio Díaz tuvo una clara ocasión para su equipo, pero se demoró y le quitaron la pelota. 

La victoria argentina dejó fuera del Mundial al conjunto de Víctor Genes, que aún debe enfrentarse a un Perú eliminado. En cambio, en la otra tienda se aseguraron la clasificación a dicho torneo y, de empatar o ganar frente a Uruguay, serán campeones del Sudamericano y accederán a los Juegos Olímpicos

Fue un justo triunfo de los albicelestes, que miran a todos desde arriba con tranquilidad.

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