En un muy buen partido de fútbol el conjunto del Prado mostró una propuesta más que interesante y obtuvo su segundo triunfo en el certamen. El entrenador tricolor Álvaro Gutiérrez paró el mismo equipo que derrotó a Atenas, pero en esta oportunidad sus hombres, si bien tuvieron buenas intenciones futbolísticas, no lograron ser tan eficaces. Los bohemios, en tanto, repitieron las distinguidas presentaciones que han tenido en el plano internacional y fueron fieles a su estilo, por lo menos en gran parte del cotejo.
Nacional fue superior en los primeros minutos. Ahogó en la salida a su rival y lo incomodó, quitándole los espacios que le permiten desplegar el fútbol que usualmente exhibe. Remates de Espino y De Pena pudieron abrir el marcador, pero Burián estuvo muy seguro en toda la tarde y fue uno de los pilares de su equipo.
Wanderers aprovechó la agilidad de sus hombres para atacar a los centrales tricolores en algún contragolpe. Tuvo varias chances y el partido se tornó parejo. En el minuto 31 Albarracín ejecutó una pelota quieta desde el sector derecho del ataque que fue conectado por Santos en el segundo palo. Ignacio González perdió su marca y dejó que el volante bohemio apareciese desde la izquierda y marcara el primer gol del encuentro.
Luego del tanto el equipo local se sintió más a gusto. Tocó como habitualmente lo hace. Al estar en ventaja no necesariamente sus hombres se asociaban para llegar al arco rival sino que bastaba con mantener la posesión del balón y cansar a los rivales que los presionaban. Albarracín se lanzaba en velocidad y se asociaba bien con sus compañeros. Fue incontrolable para los tricolores.
Antes del descanso Barcia quedó mano a mano con Burián y definió por sobre él, pero la pelota se fue apenas desviada.
En el complemento Wanderers intentó seguir con la tónica de su juego del primer tiempo, pero con el correr de los minutos se vio obligado a desprenderse de sus ideales para aferrarse a la victoria.
Nacional no pudo convertir. Burián tapó un tiro de Ignacio González. Alonso definió siempre mal. Tuvo una muy clara dentro del área pero mandó el balón por arriba del horizontal.
Gutiérrez colocó a Sebastián Fernández y a Gastón Pereiro, saliendo Ignacio González —quien hizo un buen partido y se fue muy enojado del campo de juego por la variante— y Alfonso Espino. Modificó el esquema táctico: se paró con tres hombres en el fondo (Arismendi, Valdés y Polenta), cuatro en el medio (Barcia, Romero, Porras y De Pena), un enlace (Pereiro) y dos delanteros (Alonso y Fernández). Luego ingresó Bueno en lugar de Carlos De Pena, quien no estuvo fino a la hora de enviar centros o rematar al arco. No desniveló como en el partido anterior ni incursionó en ofensiva individualmente.
Wanderers llegó en varias ocasiones a través de contragolpes, pero sus hombres resolvían muy mal las claras ocasiones que se presentaban. Intentos de Verges y Reymúndez no lograron sentenciar el partido.
El entrenador Alfredo Arias colocó a Matías Quagliotti como volante central y anuló a Alonso en el juego aéreo. Quien salió fue Albarracín, lo cual dejó en evidencia que el técnico bohemio pretendía defenderse con varios hombres y contraatacar cuando pudiese.
Nacional pudo empatar a través de Fernández, pero Burián estuvo atento y contuvo el disparo. De todos modos, las ocasiones creadas por Wanderers fueron más claras. Valdés quedó como último hombre y cortó con falta a Reymúndez y debió ser expulsado, pero el árbitro Óscar Rojas solamente le mostró la tarjeta amarilla.
Cuando moría el encuentro el propio Reymúndez atacó por el sector derecho, pisó el área y habilitó a Gastón Rodríguez, quien con un vistoso amague dejó por el camino a Munúa y puso el segundo tanto de la tarde.
La hinchada bohemia festejó efusivamente con los jugadores y despidió al árbitro Óscar Rojas con una silbatina. Burián y Albarracín fueron figuras. Lima, Santos, Riolfo, Reymúndez y Bellini —sobre todo por lo hecho en el primer tiempo— tuvieron destacadas actuaciones. El conjunto del Prado presentó una propuesta utilitaria y combinó su buen fútbol con una sólida defensa. Arias fue inteligente y los jugadores supieron plasmar su idea en el terreno de juego.
Los parciales tricolores, por su parte, aplaudieron a sus jugadores al finalizar el cotejo. Nacional no jugó mal y estuvo impreciso a la hora de definir, pero fue superado por su rival. Gutiérrez planteó correctamente el partido y contó con la gran mayoría del plantel a su disposición para afrontarlo, por lo que este duro revés debería preocupar y mucho al cuerpo técnico.
No hay más que lo que se mostró hoy. El entrenador deberá encontrar un camino que permita superar esta difícil situación para volver a ser ese sólido equipo que obtuvo con justicia el Torneo Apertura.