Muchas veces hemos escuchado: "Lo difícil no es llegar a la cima, sino mantenerse en ella". España sabe lo que es eso, tras proclamarse por primera vez campeona de Europa en el año 1996, el combinado nacional veía como Rusia les superaba en la tanda de penaltis de la final de nuestra Eurocopa, disputada en Granada en el año 1999, España aprendió de los errores, se levantó y volvió a lograr el título en la siguiente edición, de nuevo los nuestros veían como tras proclamarse campeones la suerte les negaba la opción de retener el título, en un año en el que Italia se proclamó campeona por primera y única vez, pero ya no más. España encarrila con el de hoy, cuatro títulos consecutivos, seis en ocho ediciones del torneo, un hito sólo a la altura de los mejores.

No ha sido tarea fácil, el partido empezó con dos equipos entregados a la disciplina y el trabajo, la seriedad de ambos conjuntos fue clave para que el marcador no se moviese en el primer tiempo, Rusia gozó de las primeras ocasiones, Luis Amado detuvo dos disparos que pudieron haber puesto a Rusia por delante en el primer minuto, a partir de ahí las ocasiones tuvieron color español, pese a todo el conjunto de Venancio López no encontró la forma de abrir la lata, el partido estuvo marcado por la solidez defensiva de ambos conjuntos y por el acierto de Luis Amado y Gustavo. Torras y Miguelín gozaron de buenas ocasiones antes del descanso pero la falta de acierto fue la tónica dominante de los primeros veinte minutos. 

El segundo tiempo prometía ser una lucha a muerte por el trofeo más importante de Europa, y no decepcionó, las defensas continuaron haciendo su trabajo con acierto y ambos conjuntos buscaron el gol por medio de disparos lejanos, el tiempo corría y España pese a ser superior no lograba reflejarlo en el resultado, a falta de cinco minutos para el final del partido el brasileño nacionalizado ruso Pula recogía un balón en la banda, tiraba la diagonal hacia el centro y conectaba un disparo certero al palo largo, saltaban las alarmas, el conjunto de Venancio López se sabía superior y se veía una vez más en la tesitura de recurrir a la épica para demostrarlo.

Venancio López decidió hacer uso del portero jugador y pese a la superioridad numérica España no lograba el modo de batir a Gustavo, la defensa rusa, muy seria durante todo el torneo, no daba opciones al conjunto español y los segundos corrían en favor de los hombres de Sergei Skorovich, Cirilo sería expulsado a falta de poco más de cuatro minutos y Rusia tenía que afrontar dos minutos con un jugador menos, España lo intentó con ataques de cinco para tres y sólo lograba hacer daño a base de disparos lejanos, Gustavo se lucía una y otra vez y los hombres de Venancio López caían en la desesperación, pasados los dos minutos de inferioridad Rusia volvió a contar con los mismos hombres que España, sería entonces cuando, a falta de poco más de treinta segundos, Sergio Lozano conectaba un potente disparo que se coló en la meta rusa tras ser desvíada por un defensor, el hasta ahora máximo goleador de la LNFS no se había estrenado en el torneo y eligió el mejor momento posible para anotar su primer tanto, la prórroga era inminente.

Comenzaba la prórroga y de nuevo las defensas salían a escena, ambos conjuntos lograban evitar el acierto del contrario, cuando ya todo parecía indicar que el partido estaba destinado a terminar en la tanda de penaltis, Sergio Lozano volvía a conectar un disparo que de nuevo sería desvíado por un defensor ruso para colarse en la meta de Gustavo, con tres minutos todavía por disputarse España se ponía por primera vez por delante en el marcador.

Rusia optó por el portero jugador y a punto estuvo de lograr la igualada, sólo un incomensurable Luis Amado pudo evitar el empate, con Rusia volcada al ataque y a falta de un segundo Kike disparó desde su propia área para anotar el definitivo tercer tanto del partido.

España vuelve a demostrar su poderío en Europa logrando su cuarto trofeo consecutivo, el sexto en ocho ediciones de un torneo del que ha disputado siete finales.  

Foto: UEFA.com