Por fin aparece la luz al final del túnel. Y es que lo que en un principio fue listado como un esguince severo que no debería prolongarse más allá de un par de semanas, acabó siendo una lesión más grave y un auténtico quebradero de cabeza. Tal ha sido la magnitud del percance físico de Ricky Rubio, que el internacional español ha estado sin disputar un partido cerca de tres meses.

Durante la ausencia del base de El Masnou, los Minnesota Timberwolves se han convertido en el peor equipo de toda la NBA con un récord actual de 8-38. La situación más crítica en la franquicia se vivió durante las bajas de Rubio, Pekovic y Martin y el traspaso de Brewer a los Rockets, cuando el equipo dirigido por Flip Saunders encadenó 15 derrotas consecutivas.

Con la vuelta del director de juego español, en Minneapolis se espera regresar a la línea positiva del inicio de la temporada, cuando el equipo se encontraba con un récord de 2-2. Ricky Rubio, quien firmó recientemente una renovación de cuatro años por 54 millones de dólares, promedió en el inicio de temporada 9,4 puntos, 10 asistencias y 5,6 rebotes por partido.