El pasado martes de madrugada saltaban todas las alarmas en la ciudad de Chicago. Una resonancia magnética desvelaba daños en el menisco de la rodilla derecha de Derrick Rose, la misma zona que le hizo perderse prácticamente la totalidad de la temporada pasada. Tras unas horas de incertidumbre, y después de pasar por el quirófano, han llegado buenas noticias para todos los aficionados del baloncesto: los Chicago Bulls han anunciado que Derrick Rose estará de baja durante un período de tiempo comprendido entre cuatro y seis semanas.

La franquicia de Illinois ha informado de que la duración de la operación (en la cual se ha procedido a la extirpación de la parte dañada del menisco) ha sido de unos escasos diez minutos y que el jugador ha abandonado la clínica por su propio pie. Asimismo, Gar Forman, el manager general de los Chicago Bulls, ha confirmado que el jugador comenzará la rehabilitación mañana y que en apenas una semana ya podrá retomar los entrenamientos sin contacto. Además, fuentes cercanas a la franquicia aseguran que el jugador volverá en buenas condiciones desde el primer momento; sin duda la mejor noticia que se podía escuchar.

De perderse cuatro semanas, Derrick Rose volvería para poder disputar los últimos nueve partidos de temporada regular. Si por el contrario, se cumple la opción más conservadora y la baja se alarga hasta las 6 semanas, el base llegaría a tiempo para disputar los últimos tres partidos previos al comienzo de los playoffs. Con 18.4 puntos, 5.0 asistencias y 3.1 rebotes de media por partido en la presente temporada, el regreso de Rose se antoja vital para mantener intactas las posibilidades de los Bulls de ganar el anillo.