El pequeño escalador del conjunto Movistar está de regreso. La Vuelta a España se convierte en el siguiente objetivo de un ciclista que convierte en oro todo lo que toca. La ocasión, al lado de todos los grandes del ciclismo, es inigualable. Nairo Quintana no quiere fallar.

El escarabajo va a por el número uno, a demostrar que él es el nuevo dominador de las grandes vueltas. Quintana afronta la última ronda por etapas de la campaña tras triunfar en el Giro de Italia. Con la moral por las nubes y con una gran vuelta sellada en su carné ciclista, el colombiano intentará conseguir un doblete histórico que confirme su abrumadora progresión.

Todos los condicionantes apuntan a que lo puede lograr. No es una utopía pensar que Nairo pueda batir a Froome, Contador o Purito. El colombiano aterriza a la Vuelta con un estado de forma óptimo, con un equipo potente que lo dará todo por su causa y lo que es más importante, con una confianza y una ambición que pocos tendrán. La raza y la timidez de Nairo Quintana reaccionan químicamente en las rampas más duras. Allí, en el momento clave, tan solo puede ser el mejor.

En la Vuelta a Burgos Nairo demostró que llega con la forma adecuada a la Vuelta a España. El de Movistar se llevó la ronda burgalesa con un triunfo de etapa en la alta montaña y con un buen rendimiento en la contrarreloj. Con la suma de kilómetros de competición Quintana afinará hasta llegar a un estado físico excelente. El descanso que ha tenido durante el Tour de Francia le hace tener una ligera ventaja respecto a sus adversarios. Froome y Contador centraron toda la preparación para un Tour que fue un fracaso. Quintana en cambio, desde que tocó el cielo en Italia, ha estado pensando y entrenando duro para la Vuelta.

La planificación de su campaña ha ido ligada al Giro. Debutó en el Tour de San Luís argentino en el mes de enero y allí consiguió una victoria de etapa y la general. Con este fantástico debut, Quintana siguió su preparación pasando por carreras de un día: Murcia, Clásica de Almería y Roma Máxima. Tras este inicio, el colombiano afrontó dos de las vueltas por etapas más prestigiosas del calendario. Terminó en la segunda posición Tirreno Adriático y fue quinto en Catalunya, donde no tuvo tanto protagonismo.

Tras este primer bloque importante, llegó la gran cita de la temporada, la Corsa Rosa. En la lucha por llegar de rosa a Trieste, Nairo no defraudó y tras auparse al liderato en la etapa de Val Martello, con el polémico descenso del Stelvio, el colombiano defendió con soltura la prenda y se proclamó ganador del Giro de Italia más dos etapas parciales. Una vez cumplido el principal objetivo, Quintana viajó a Colombia para tener un merecido descanso y empezar a preparar la Vuelta a España.

Nairo Quintana ya disputó la Vuelta a España en 2012. El pequeño gran escalador debutaba en una grande y finalizó en la posición 36. Tras la Vuelta 2012, el Tour 2013, donde acabó segundo, y el Giro 2014, donde fue primero, indican que su progresión es imparable. Con los precedentes en la mano, Quintana está preparado para asaltar el trono de la Vuelta a España. La carretera decidirá, pero no queda ninguna duda de que el pequeño escarabajo de 24 años quiere seguir escribiendo historia ciclista. 

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Sobre el autor
Oriol Trasserra
1990. Periodismo. Coordinador de Ciclismo Vavel y redactor de Alemania Vavel. Contacto: [email protected]