Ivan Gotti, uno de los ciclistas italianos más representativos de la década de los noventa, ha salido hoy a escena aceptando completamente una posible reordenación de su triunfo final en el Giro de Italia de 1999, en favor de Marco Pantani. La investigación abierta por la Fiscalía de Forli en relación a posibles irregularidades en los controles de sangre del Pirata, que acabaron con su expulsión de aquella ronda, han desembocado en la puesta en marcha de acciones legales, en el plano puramente deportivo, de Mercatone Uno. La intención de la empresa, que patrocinó su equipo durante la época de esplendor del difunto ciclista, es devolverle el triunfo de manera póstuma, restaurando su honor.

Gotti, retirado desde 2002 y con dos Giro en su haber (1997 y 1999), se ha pronunciado hoy en el diario italiano Il Tempo sobre el caso, en el que se solidariza con Pantani y su entorno. “Reescribir la historia no sería un problema después de lo que le han hecho al pobre Marco”, afirma. “Si tienen que darle a él el triunfo, yo lo aceptaría y se lo cedería”, recalca.

El presidente de Mercatone Uno, Romano Cenni, pretende que se invaliden los resultados posteriores a la 20ª etapa de aquella Corsa (5 de junio de 1999), que acabó en Madonna di Campiglio con la victoria de Pantani. Las últimas novedades sobre el caso, desveladas por la prensa italiana en las últimas semanas, apuntan a la mafia como instigadora del amaño, con las apuestas deportivas como trasfondo. Al parecer, la presión ejercida por las redes criminales, que podían perder grandes cantidades de dinero con las victorias del escalador, provocó las alteración fraudulenta de los valores sanguíneos del deportista, con la intención de forzar una descalificación. En las próximas semanas están previstos varios interrogatorios a los médicos encargados de los controles, así como a excorredores y directores deportivos.

La investigación apunta a una alteración ilegal del resultado del control, instigada por redes mafiosas

El abogado contratado por Cenni, Marco Baroncini, reclama justicia para limpiar el honor del ciclista. “Los nuevos elementos que han emergido muestran que la decisión tomada contra Pantani y su equipo, Mercatone Uno, debe ser revisada y modificada”, alegó ayer en una entrevista a Mediaset Italia. “Recogeremos todas las pruebas y testimonios que como tal justifiquen y funden un proceso de revisión de resultados, de acuerdo con el artículo 37 del código antidoping del CONI”, explicó. “Marco se merece ser calificado y recordado como uno de los grandes ciclistas italianos y mejores deportistas de todos los tiempos”.

En este punto, Baroncini apunta a la declaración de hace ocho días en la Fiscalía de Forli del histórico criminal mafioso Renato Vallanzasca, quien aseguró que los elevados valores de hematocrito en sangre de Pantani pudieron haber sido inducidos por una red de apuestas ilegales. Vallanzasca, en prisión desde 1979 por numerosos asesinatos, robos y secuestros, recordó al fiscal del caso, Sergio Sottani, como un conocido miembro de la Camorra se acercó a su celda para ofrecerle “un regalo” si apostaba por la derrota de Pantani en el Giro, al contrario “del resto”. El reo milanés afirmó en la declaración, según recoge Repubblica.it, no haber apostado finalmente contra el ciclista.

Los hechos relatados por Vallanzasca ya los desgranó hace quince años en su autobiografía, por lo que fue llamado a declarar en el curso de esta investigación. Ahora toca a la fiscalía concretar el cerco y comenzar a dar nombres, que puedan esclarecer una posible red de apuestas ilegales y extorsión. “Este testimonio, unido a otras pruebas, puede llevar a la apertura de un proceso estrictamente deportivo para devolver la victoria a Pantani”, remarca Baroncini.

Prosigue la investigación sobre su muerte

Paralelamente al caso Giro 99, la Fiscalía de Rímini reabrió en septiembre, más de diez años después, el caso sobre la muerte del mítico corredor, gracias a las nuevas pruebas aportadas por la familia. La nueva hipótesis investigada es la de 'homicidio voluntario, alteración del cadáver y de la escena del crimen', argumentada en las contradicciones de una investigación cerrada en tan solo 55 días.

Entre ellas, están las numerosas heridas, 16 en total, en cara, cuello y muñecas, que se encontraron en el cuerpo sin vida del ciclista, hallado en una habitación de un apartahotel de Rímini el pasado 14 de febrero de 2004. La versión oficial las explica dentro del estado de locura y delirio provocado por las drogas, pero el abogado de la familia aduce un enfrentamiento contra sus agresores. Otro de los puntos negros en cuestión es la cantidad de cocaína ingerida, muy alta para haber sido esnifada, tal y como aduce la versión inicial, por lo que se apunta a la tesis del envenenamiento.