Los escándalos de dopaje en Astana están siendo constantes en los titulares de los medios últimamente. Más aún tras conocerse el cuarto positivo dentro del equipo en tan solo un año. A raíz de estás incesantes noticias, que podrían poner en jaque la licencia World Tour de la escuadra, su líder, Vincenzo Nibali, no oculta su enfado por lo que está ocurriendo. Los cuatro corredores que han dado positivo “son cuatro idiotas que no tienen nada que ver conmigo”, ha declarado el italiano a la Gazzetta dello Sport.

“Si pillán a otros 10 estaré contento, señal de que los controles funcionan”

Además, el ganador del Tour de Francia 2014 solicita mano dura ante quienes se dopan, siendo su mayor deseo “atrapar todos los que hacen trampas”. “Si pillan a otros 10 más, estaré contento, señal de que los controles funcionan”, ha confesado el italiano, quien pide a los organismos que rigen el ciclismo mundial “hacer pagar un alto precio a los tramposos”.

Más allá de mostrar su mostrar su más absoluto desprecio con la situación que vive el equipo en las últimas fechas, el siciliano también ha querido defenderse de quienes le acusan de doparse, y afirma que su conciencia está “tranquila”. “Aquellos que intentan ligarme a mí con estos casos no tienen ni idea”, ha expresado con contundencia.