Fallece Miguel Boyer
(Foto: Efe | Bernardo Rodríguez).

Miguel Boyer, que fue Ministro de Economía y Hacienda entre 1982 y 1985, ha fallecido a la edad de 75 años, debido a una embolia pulmonar, según ha comunicado la familia de forma no oficial. El político nació en San Juan de Luz en 1939, fue miembro de la cúpula del Partido Socialista durante el franquismo, y posteriormente elegido diputado en 1979. Fue Ministro de Economía y Hacienda desde 1982 hasta 1985, con numerosos casos mediáticos, como la expropiación de Rumasa, o el decreto de liberalización de horarios comerciales. Dejó el PSOE a finales de los 90 y se incorporó como consejero en la fundación FAES hasta 2011. En la empresa privada, fue consejero de Campsa, Red Elétrica, y actualmente colaboraba con el grupo Hispania.

Rumasa y el "Superministro"

El caso más mediático de Boyer durante su época de Ministro fue Rumasa, el holding de empresas liderado por José María Ruiz Mateos durante los años 80. Rumasa era un grupo con más de 700 empresas, entre las que destacaban bancos como el Atlántico, o grandes almacenes como Galerías Preciados. Boyer decidió, vía decreto, la expropiación de Rumasa (es decir, la adquisición por parte del Estado de las empresas para posteriormente privatizarlas), por razones  de interés social. En concreto, el Ministerio argumentó que Rumasa debía más de 60 millones de euros a la Seguridad Social, y más de 116 millones de euros a Hacienda, por no pagar, entre otras cosas el impuesto del IRPF. Se concluyó también, según el Ministerio, que las empresas de Rumasa no pasaban por auditorías externas y que bloqueaban las inspecciones públicas. Posteriormente el Estado fue vendiendo indivudualmente las empresas de Rumasa hasta 2002. 

El otro hecho conocido de Boyer como ministro fue el "Decreto Boyer", por el cual se liberalizaron los horarios comerciales, y la Ley de Arrendamientos Urbanos. Entre las medidas, la desgravación por inversión y adquisición en vivienda, el permiso a convertir una vivienda en un local comercial si cumplía las normativas, y liberalizar las inversiones extranjeras.

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