Sufrió mucho, pero Aspil-Vidal Ribera Navarra ya tiene lo que quería. Después de un arranque de liga muy complicado, los navarros sumaron anoche su segunda victoria consecutiva tras la conseguida ante Marfil Santa Coloma la semana pasada, y se encuentran en sexta posición de la liga con diez puntos, tres por encima del noveno clasificado, pensando en la clasificación a la Copa de España de fútbol sala que se disputará en marzo del próximo año en Ciudad Real.

Los hombres de Javier Albes, a pesar de no haber conseguido sumar ningún punto en estas seis jornadas que se han disputado de liga, vendieron muy cara su derrota. Los lucenses, sin ningún tipo de complejo en su joven plantilla, comparecieron en el Ciudad de Tudela presionando y apretando desde el primer minuto. Los locales, a pesar de las intenciones transportistas, llevaron el peso del partido y de la posesión, y permitieron un bonito intercambio de golpes.

El partido iba de área a área sin ningún tipo de pausa y con mucha velocidad. Tanto Óscar Iglesias como Molina tuvieron que intervenir en varias ocasiones para evitar que el gol llegara antes de tiempo al marcador del Ciudad de Tudela. En la pista todos daban por bueno el momentáneo empate a cero que campeaba en el marcador a escasos segundos para la conclusión del primer tiempo, y se trataba de cometer la menor cantidad de errores posible.

Sin embargo, un mal pase en la salida de balón lucense permitió que Rubi robara en la mitad de campo y saliera con mucha fuerza desde atrás para plantarse en la frontal del área gallega, recortar a un defensor y superar al meta de Azkar Lugo con un latigazo seco y duro, raso y ajustado al palo, ante el que el portero visitante poco o nada pudo hacer por evitar que entrara en la portería.

Apenas restaba un minuto para el descanso en el pabellón de la ciudad ribera, y el ala ponía en ventaja a los locales. El golpe, aun así, no lo acusaría en exceso el conjunto de Javier Albes, concentrado en tratar de darle la vuelta al infortunio. Los gallegos no cambiarían para nada sus intenciones y su actitud en el segundo periodo, con la presión muy arriba tratando de poner en serios aprietos a Ribera Navarra cerca de su portería.

Sin embargo, y a pesar de las dificultades para crear ocasiones, Aspil-Vidal seguía teniendo la iniciativa y el control del partido en muchas fases del juego. Los riberos no estaban preocupados, y aunque la pelota no entraba, no cejaban en su empeño por seguir acercándose a los dominios de Óscar Iglesias. En una de estas jugadas, llegó el segundo tanto por mediación de Luisma, que aprovechaba una buena acción individual de desborde de Andresito, que cedía a Joselito para que la pusiera al segundo palo y Luisma solo tuviera que empujar el balón al fondo de las mallas y hacer el segundo gol tudelano en el minuto 33.

La desventaja de dos goles obligó a mover ficha a Azkar Lugo, que optó por intentar igualar el partido con la superioridad en ataque. Sin embargo, el portero-jugador que propusieron los lucenses fue bastante deficiente y no encajonó a Ribera Navarra en su área, que presionaba e incomodaba a los visitantes a pesar de la inferioridad en tareas defensivas.

Sin embargo, los goles no llegaron hasta los dos últimos minutos del encuentro, cuando los riberos cerraron el partido de manera definitiva. Primero, con un robo de Joselito ante un despistado Iago Rodríguez, que se dejó robar la cartera, y permitió que el ala del conjunto navarro sólo tuviera que avanzar hacia la portería contraria y hacer el tercer tanto a placer.

Andresito sería el encargado de cerrar el resultado con uno de los goles de la jornada, y posiblemente de lo que llevamos de temporada. El ala cordobés se inventó una vaselina mágica después de controlar la pelota, encarar, fintar hacia su derecha y encontrar el espacio con su pierna izquierda para inventar el toque con el que superaba a Óscar Iglesias y certificaba los tres puntos que suma un Aspil-Vidal que continua en clara línea ascendente esta temporada.