Transcurrida la primera semana tras la vuelta al trabajo, el Real Betis continúa inmerso en plena vorágine preparatoria de cara al próximo arranque liguero, previsto para finales de agosto.

El Cartagena fue el rival escogido para la segunda prueba estival y el partido no ofreció excesivo protagonismo al margen de los goles. Julio Velázquez volvió a repetir el mismo esquema, un 4-4-2 muy abierto con dos extremos puros. En esta ocasión, a diferencia del partido ante el Brighton, Vadillo ocupó la banda izquierda y Cedrick la diestra. Arriba, volverían a repetir los iconos Rubén Castro y Jorge Molina, mientras que atrás la zaga fue liderada por Isaac, Caro, Figueras y Álex Martínez.

Con el recuerdo presente de Miki Roqué en la memoria dio comienzo el envite que se decantó durante el primer cuarto de hora para los de Ribas, y es que el cuadro albinegro saltó al verde muy enchufado y gozó de las mejores oportunidades. El trío compuesto por Gato, Migue y Luque encimaron la meta defendida por Antonio Adán, que tuvo que emplearse a fondo para evitar el tanto del Efesé. El Betis no era capaz de hilvanar más de tres pases consecutivos.

Con el paso de los minutos, los pupilos verdiblancos fueron entrando en el encuentro gracias a la velocidad de los costados. El congoleño Cedrick fue el encargado de abrir la veda del peligro con una jugada que terminó finalizando Vadillo, sin embargo, su disparo se topó con la corpulenta figura de Limones.

A pesar de las intentonas del canterano, el premio del gol le llegaría pasados los 20 minutos de partido. El de Puerto Real culminaría una acción personal con un potente zapatazo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer el cancerbero albinegro. Anteriormente, fue anulado un gol al Cartagena por fuera de juego.

Todo lo que ofrecía el Betis en zona de ataque se disipaba en defensa. Una internada veloz de Luque fue culminada en el interior del área por Migue, ante la pasividad de la zaga heliopolitana.

Con el descanso asomando en el Pinatar Arena llegaría el segundo gol de los hombres dirigidos por Velázquez. Una fantástica acción del delantero alcoyano Jorge Molina en la banda derecha tras fugarse de la demarcación de Tarantino supuso que Rubén Castro anotase a placer después de recibir el pase de la muerte de su compañero de ataque.

La segunda parte apenas dejó buenas sensaciones para ambos contendientes. Con un once totalmente renovado, el partido se encaminaba hacia la concusión. A falta de cinco minutos para el pitido final, el balón parado aparecía bajo el telón. El ariete franco-italiano, Vincenzo Rennella, rubricaría la victoria ejecutando con brillantez un tiro libre en la frontal.

Los andaluces cerrarán la concentración en Murcia el próximo miércoles, pero antes deberán verse las caras frente al Elche de Fran Escribá. Eso será el martes a partir de las 20:00 horas.