La escuadra verdiblanca afrontaba el primero de los tres partidos amistosos que tendrá por delante antes de poner rumbo a Inglaterra. La primera parada en un municipio costero andaluz después de la vuelta de Murcia ha sido Sanlúcar de Barrameda, donde los pupilos de Julio Velázquez consiguieron derrotar a un rocoso Atlético Sanluqueño muy junto en líneas y expresivo en defensa.

Apostando inicialmente por un 4-2-3-1, el técnico salmantino salió con Dani Giménez en portería; Molinero, Casado, Caro y Jordi Figueras en defensa. En el doble pivote actuaron Nono y Carlos García para dejar las bandas a Cedrick y Pacheco. La dupla en ataque fue escoltada por el tándem Molina-Sergio Rodríguez.

La tónica dominante del duelo siguió las pautas mostradas en la concentración de Murcia. Un juego raudo por banda, situando al mediocampo a la cobertura de transición entre defensa y ataque. De esta manera, la velocidad del congoleño Cedrick y el descaro de Pacheco asomaban en un terreno de juego en busca de protagonismo.

Las filas gaditanas, aleccionadas tácticamente a la perfección no dejaban el más mínimo lugar a la sorpresa, manteniendo todas sus líneas arropadas detrás del esférico.

A los veinte minutos aterrizaría en El Palmar la acción que desembocaría con en el 0-1. Dani Pacheco exprimió por el costado una galopada que terminó con el malagueño dentro del área, siendo derribado por el defensor local Dani. El trencilla del encuentro, Sánchez Rincón, señaló el punto fatídico y Jorge Molina sería el hombre encargado de alojar la pelota en el fondo de las mallas, desquitándose así del fallo en el partido contra el Elche. Hasta el descanso, el encuentro disminuyó en intensidad y con la renta mínima favorable a los béticos se llegó al fin del primer acto.

El segundo periodo ofreció una imagen manchada por el juego sucio y el desorden de conducta de muchos de los jugadores. El Betis saltó al campo con un once totalmente nuevo, como está siendo de costumbre en la pretemporada. Jaime Isuardi, que suplía en la convocatoria al lesionado Chuli, acaparó la banda derecha con desparpajo y valentía.

La intensidad de apoderó de la segunda mitad

Con la chispa encendida, el futbolista local, Cristian Terán sería expulsado después de agredir, en una acción sin balón de por medio, al canterano Isaac. Acto seguido, Vadillo pidió el cambio al no reponerse de una fortísima entrada recibida. Sin embargo, dicha sustitución nunca se produciría al no permitir el colegiado la entrada de Jorge Casado, que ya había disputado el primer tiempo. El del Puerto Real se marchaba del envite dolorido y dejando a su equipo con diez.

El partido proseguía ganando en rifirrafes y llegó el turno de la expulsión de Matilla. El ex del Villarreal se contagió del ambiente enrarecido del duelo y se marchó a la caseta derribando a Oca, en una entrada en destiempo.

Con el Betis con nueve y el Sanluqueño con diez hombres, gozarían los costeros de las mejores ocasiones a su favor. Sobre la línea de gol, en un par de oportunidades, la presencia estelar del recién renovado Damien Perquis, salvaba los muebles para un conjunto bético que se diluía en un mar de trifulcas innecesarias.

En las postrimerías del envite volvía a resonar con fuerza el nombre de Vincenzo Rennella, que ponía la puntilla al marcador aprovechando una magnífica jugada del cántabro Isuardi por la banda.

En medio de la polémica y la riña concluyó la cuarta aparición veraniega del Betis en un encuentro en el que el calificativo de amistoso se vio reducido a cenizas. Mañana, en Isla Cristina, nueva prueba para la entidad presidida por Domínguez Platas.