El Real Madrid se impuso 1 a 0 al Bayern de Múnich y tomó ventaja en la serie a dos partidos de las semifinales de UEFA Champions League. Para Guardiola, ésta es la primera ocasión que cae en el Bernabéu como entrenador, mientras que, para Ancelotti, significó mantener su invicto ante los bávaros. La apuesta defensiva del Real Madrid, resultó perfecta en un partido que pintó, incluso, para una mayor renta para los merengues por su explosividad al contragolpe. Por su parte, para el Bayern, fue un partido trabado y complicado en el que chocaron una y otra vez ante una defensa bien plantada y con velocidad en la salida al contragolpe. Todo queda para que el Allianz Arena sea el escenario del juicio final para ambos clubes.

Primer tiempo con pizarrones claros

El inicio del partido despejó las dudas sobre las apuestas de ambos entrenadores: el Bayern tomaba la pelota y comenzaba su juego de posesión buscando la forma de abrir espacios en la muralla madridista en defensa. Por su parte, el Real Madrid se replegaba al fondo y apostaba a las salidas en velocidad de Di María e Isco para buscar a Benzema y Ronaldo. Las ideas estaban puestas en un escenario que pintaba para un partido entre las dos ideologías futbolísticas más dominantes de la actualidad: Posesión - Posición.

Las ideas estaban puestas en un escenario que pintaba para un partido entre las dos ideologías futbolísticas más dominantes de la actualidad: Posesión - Posición

Las emociones no se hicieron esperar y, sobre los primeros 10 minutos, el Bayern había disparado ya en tres ocasiones, aunque todas ellas habían sido desviadas a córner por la bien posicionada defensa merengue. El Bayern tocaba el balón una y otra vez buscando a Robben sobre derecha y a Ribéry sobre la izquierda. Los corners también eran opciones de peligro siendo prueba de ello un cabezazo de Schweinsteiger que llegó suave a manos de Casillas sobre el minuto 13. A esas alturas del juego, el Madrid había intentado ya dos contragolpes de Di María que Alaba había controlado de buena forma. Pero la peligrosidad era evidente. Al 15', Benzema iba a intentar una escapada sobre banda derecha, a espalda de Rafinha, pero el línea decretaba fuera de lugar. Esta jugada sería la antesala del golpe local en el marcador.

Era el 1 a 0 y a Ancelotti le estaba rindiendo dividendos su táctica

En el fútbol, como en todo en la vida, la suerte es importante y el Madrid la tuvo en la jugada previa al gol. Una gran jugada colectiva del Bayern acabó con un centro desde banda derecha de Lahm que Mandzúkic bajó de cabeza para un Kroos que llegó de frente y remató a marco pero, como en todo el partido, el disparo se estrallaría en Pepe, bien ubicado delante de la puerta de Casillas. El rechazo quedó en tres cuartos de cancha y desde ahí arrancó el gol del Madrid. Modric recogió la pelota y abrió para Cristiano Ronaldo sobre banda izquierda. El portugués cedió el balón a la espalda de Rafinha para Coentrao, quien le ganó la banda a un flojo Boateng, cerró ante la llegada tardía de Dante y Benzema apareció por el segundo poste para empujar el balón ante la impotencia de Neuer. Era el 1 a 0 y a Ancelotti le estaba rindiendo dividendos su táctica.

Benzema celebra el gol de la ventaja para Real Madrid. (Imagen de uefa.com).

El gol significó un duro golpe para los de Guardiola quienes vieron cómo el partido pudo quedar sentenciado con un cabezazo de Ronaldo al 19' tras un córner provocado por Coentrao. Tres minutos después, al 22', Di María probaría a marco de larga distancia sin mayor peligro para Neuer. Pero, al 25', el Real Madrid tendría la más clara de todo el partido gracias a otra cátedra de contragolpe al mejor estilo merengue de los últimos años. Una gran escapada de Di María por izquierda le permitió ceder el balón para Benzema. El francés tocó de primera con intención para la llegada de Cristiano Ronaldo sobre el centro, pero el portugués disparó por encima de la puerta de un Neuer ya vencido y ante la mirada impotente de Alaba y Dante, llegando tardísimo al relevo.

CR7 lamenta la oportunidad clara que desperdició. (Foto uefa.com).

A partir de esa jugada, el Bayern se espabiló y recuperó la compostura en el partido. El tránsito de la pelota volvió a ser para los de Guardiola, pero la profundidad seguía siendo la cuenta pendiente. Robben hacía todo lo posible por derecha, pero era más que evidente el flojo rendimiento de Ribéry sobre la otra banda. Esto le restaba poder de ataque a un Bayern al que le empezaban a faltar variantes en ataque. Sobre el minuto 30, Robben mandó un centro peligroso desde su banda que Mandzúkic capturó, pero su disparo salió flojo hacia Casillas. Al 35', una nueva acción en diagonal de Robben terminó en un disparo desviado del que, hasta ese entonces, era el mejor hombre del Bayern de Múnich sobre la cancha del Bernabéu.

El partido llegaba al final de la primera mitad con un Ancelotti ganando en el pizarrón y el tablero

El Bayern volvía a recuperar sensaciones de peligrosidad, pero la respuesta del Real Madrid no tardaría en llegar. Al 40', un nuevo desborde por la banda de Rafinha, permitió un centro largo de Benzama que cruzó todo el área y encontró solo a Di María, quien acomodó de zurda y disparó con la misma pierna pero muy por encima del arco de Neuer. La banda derecha bávara era un auténtico colador debido a las desconcentraciones de Rafinha y a la lentitud de Boateng en el relevo. El partido llegaba al final de la primera mitad con un Ancelotti ganando en el pizarrón y el tablero.

Segundo tiempo con variantes en ambos lados

La segunda parte arrancaría casi calcada a al primera. El susto inicial lo puso el Madrid cuando una pifia defensiva de Alaba dejó solo a Cristiano, que disparó a marco pero Neuer bajó a tiempo para achicar el disparo raso. Robben y Ribéry aparecían cambiados de banda y el holandés seguía siendo sinónimo de peligro para la defensa merengue. No así Ribéry a quien, como en todo el partido, se le vio lento, flojo y totalmente apático ante la velocidad que sus compañeros buscaban imprimir con balón dominado. Lo más peligroso del francés llegó al 55' con un buen desborde sobre Carvajal pero Casillas controló de mejor forma el envío para Mandzúkic que ya esperaba sobre el centro.

No así Ribéry a quien, como en todo el partido, se le vio lento, flojo y totalmente apático ante la velocidad que sus compañeros buscaban imprimir con balón dominado

Al 61', Robben disparaba pero Casillas contenía. Al 63', Boateng controlaba justo a tiempo una nueva contra del Madrid. Pero, al 65', Guardiola movería el tablero retirando a un desdibujado Rafinha y dando ingreso a Javi Martínez. El español pasó a ocupar la posición de mediocentro para que Lahm arribara por derecha. Este movimiento le permitió al Bayern ser más incisivio en ataque gracias al binomio Lahm-Robben sobre derecha y a sus constantes internadas en profundidad.

Robben fue el más peligros en el ataque bávaro. Su rendimiento mejoró cuando Lahm pasó a lateral. (Foto de uefa.com).

Sobre el minuto 67', Cristiano Ronaldo tendría una nueva oportunidad, pero su disparo era bien atajado por Neuer. Pero, para aumentar las variantes, Guardiola daba ingreso a Götze y Müller por un flojísimo Ribéry y un sacrificado Schweinsteiger, sobre el 73', en una clara apuesta por el ataque frontal. La apuesta precía resultar ya que, al poco de entrar, Müller comenzó a complicar a los defensores merengues con su velocidad entre líneas y Götze le daba más problemas a Carvajal que los que Ribéry le creó en todo lo que estuvo dentro del campo. El Bayern mejoraba y el Madrid comenzaba a ver el 1 a 0 como la mejor renta de cara a su viaje a tierras alemanas.

El Bayern mejoraba y el Madrid comenzaba a ver el 1 a 0 como la mejor renta de cara a su viaje a tierras alemanas

Sobre el minuto 80, Müller tomaría un balón nacido de una genial combinación entre Götze y Robben, pero su disparo se iría desviado hacia tiro de esquina. Al 82', Müller volvería a crear peligro en compañía de Götze pero Varane haría un cierre espectacular antes que el mediapunta alemán cediera para Robben, solo sobre le costado derecho. El Bayern de Múnich encontraba en Müller y Götze la profundidad que Ribéry no le dio mientras estuvo en el campo. Por su parte, Javi Martínez se replegaba en el fondo junto a Dante y Boateng para que Alaba y Lahm se concentraran únicamente en su función de ataque. Por su parte, el Real Madrid concentraba sus piernas sobre el centro para cortar circuitos en zona de creación, esperando que Bale y Benzema tuvieran una chance en velocidad para sentenciar el partido.

La sentencia pudo llegar al 86, pero Javi Martínez llegaba oportuno para controlar la galopada de Di María buscando a Bale. Sin embargo, sobre el minuto 87, el Bayern de Múnich tendría su oportunidad más clara de anotar un gol valioso en campo visitante, pero la enorme figura de Casillas iría al rescate. Fue un balón aparentemente controlado por Coentrao e Illarramenti sobre banda derecha. Pero, el empuje e ímpetu de Müller le permitieron ganar la pelota, centrar de primera y encontrar a un Gótze que, en un gesto técnico de primer nivel, acomodó y conectó un disparo seco y raso de derecha que Casillas atajó a la perfección. Una jugada brillante que solamente un arquero brillante podía detener.

La tapada de Casillas que fue providencial para la victoria merengue. (Foto de uefa.com).

Las emociones calentarían al final del partido. Un Bayern volcado sobre la puerta de Casillas y un Madrid replegado para cuidar su ventaja le daban un cierre de infarto al encuentro. Ya en el agregado, al 90+1', un nuevo desborde de Robben por derecha dejaría solo a Lahm, quien centraría, encontraría a Mandzúkic de cabeza y el croata dejaría el balón para la llegada de Thomas Müller. El ariete alemán haría una exquisita pantalla sobre la llegada de Sergio Ramos pero Xabi Alonso, omnipresente en todas las zonas de la cancha, llegaría oportunamente para impedir que el alemán conectara con el balón ante un Casillas que lucía vencido. La jugada fue reclamada por los bávaros como posible penal, pero el corte del mediocentro donostiarra fue de primer nivel y la segunda jugada defensiva clave de todo el partido.

La jugada despertó reclamos bávaros pero Xabi Alonso fue limpio al balón. (Foto de uefa.com).

El partido finalizaba con un Bayern de Múnich tirado sobre marco rival y un Real Madrid tirando hacia fuera todo balón que llegaba a su área. Este guion podría repetirse en 7 días, en el juego de vuelta en el Allianz Arena. El Bayern deberá buscar dos goles y evitar que el Madrid marque para estar presente en Lisboa. Al Madrid, le bastara el 0-0 o cualquier otro empate para decir presente en la gran cita continental. Ahora, Guardiola deberá buscar variantes para penetrar una defensa de catenaccio y una contra mortal, las armas preferidas de Ancelotti para enfrentar al Bayern. El partido de vuelta es garantía de emociones. Pero, además, es garantía de arrojar, quizás, al gran favorito para alzar "La Orejona" en suelo portugés.