Los casi 16.000 espectadores llegados al estadio del Roudourou sabían que el partido sería difícil para el equipo local: enfrente tenían al Mónaco de Berbatov, James Rodríguez y Abidal, conjunto que está cerca de clasificar a la próxima Champions League y que además cuenta con un presupuesto varias veces superior al del modesto EA Guingamp. Sin embargo, los locales salieron sin complejos a disputar el partido, válido por las semifinales de la Coupe de France, y con empuje y corazón lograron una espectacular victoria y los boletos para la gran final.

El juego comenzó con el equipo bretón dominando, mientras un sorprendido Mónaco solo atinaba a defenderse, sin reacción. Todo esto propinó el primer gol, obra del oportunismo de Yatabaré y un grueso error del portero Romero, cuando apenas llevábamos 6 minutos.

Después del 1-0, el conjunto de Claudio Ranieri fue lentamente equiparando las acciones, aunque sin crearse grandes ocasiones. En una de las pocas jugadas de peligro, Berbatov logró el empate parcial para su equipo. Era el minuto 36 y el resto de la primera etapa fue testigo de un leve dominio del cuadro monegasco, que no lo supo aprovechar.

El segundo tiempo se jugó de manera intensa, aunque sin muchas llegadas. A pesar de que sus jugadores mostraban una merma física, el En Avant intentaba presionar. Algunos ataques de Beauvue más la constante búsqueda del pórtico por parte del movedizo Mustapha Yatabaré (el mejor jugador del partido) fueron lo más vistoso de unos 45 minutos finales algo más trabados que la primera mitad.

A cinco minutos del final, y cuando el Guingamp se mostraba con más hambre de obtener el triunfo, el recién ingresado Douniama exigió con un potente disparó a Romero, quien apenas desvió el balón. Era el aviso del bombardeo que sufriría la retaguardia del Mónaco durante la prórroga.

Todo se definió en la prórroga

Leyendo muy bien el trámite del encuentro, el técnico Jocelyn Gourvennec dispusó el ingreso de Atik y Giresse al inicio del tiempo extra, lo cual sería clave para el desenlace del partido. EA Guingamp, con el aliento de su público, presionaba sin parar a un Mónaco sin capacidad de reacción. Al minuto 112, una jugada creada por los dos recién ingresados terminó en el 2-1 para el local: el autor de la conquista fue Atik, quien recibió el pase decisivo de Giresse. El cambio táctico rendía frutos y los pocos minutos restantes casi sentenciaban el duelo a favor del local.

No conforme con esto, Guingamp siguió machacando la defensa del conjunto del Principado, consiguiendo un nuevo gol y los pasajes a la final de la Copa: Al minuto 117, Yatabaré nuevamente batió a un Romero que no tuvo su mejor noche, poniendo el 3-1 definitivo y desatando la locura de los aficionados locales.

Esta derrota dejó al Monaco sin ningún título esta temporada, teniendo ahora como única meta asegurar la clasificación a Champions League. Muy poco para un equipo que invirtió millones de euros en fichajes. Por el lado del cuadro triunfador, esta será la tercera final de Copa de Francia que disputarán en su historia: En 1997 cayeron en lanzamientos penales frente al OGC Nice y en 2009 lograron levantar el trofeo derrotando 2-1 al Rennes, cuadro que, curiosamente, volverán a enfrentar este 3 de mayo en la finalísima del torneo de Copa más importante de Francia.