A falta de 15 puntos para el desenlace final, la distáncia entre PSG y Mónaco era de diez puntos. Parece impensable que los de Blanc vayan a perder del título ante un irregular Mónaco. A pesar de ello, las opciones están ahí, y el equipo salió mentalizado de ganar y de apretar un poco a los líderes. Con este resultado, no solo gana el derbi de la Côte d'Azur, si no que también certifica su presencia en la próxima edición de la UEFA Champions League.

Golazo para decantar el partido

El Mónaco quiso encarrilar rápido el partido y, en el minuto 5 consiguió ponerse por delante en el marcador con un soberbio golazo del delantero búlgaro Dimitar Berbatov con una vaselina desde el flanco izquierdo del área que se colaba por el palo largo sin que Ospina pudiese hacer nada. 

A partir del gol, el Mónaco tuvo un par de ocasiones más para sentenciar el partido, sobre todo una en las botas de Germain que estrelló el balón en el palo. A partir de ahí, el Niza se sacó la coraza de encima y empezó a crear peligro en las inmediaciones del área de Subasic, pero sin crear excesivo peligro. 

Cvitanich no fue suficiente

En la segunda mitad, entró el siempre goleador Dario Cvitanich con la premisa de intentar no solo empatar el partido, sino de darle la vuelta, cosa que ya ha hecho más de una vez en su carrera, pero esta vez el acierto del ariete del Niza no significó nada positivo para el equipo. 

En cambio, la entrada de Kondogbia en el Mónaco, le dio un poco más de sosiego en el centro del campo al equipo, y paró así el ímpetu que podía tener el Niza.

Con este resultado, el Mónaco espera un posible tropiezo del PSG, ya que una victoria de los parisinos volvería a colocar la distáncia de diez puntos entre ambos equipos, con tan solo doce por jugarse, lo que sería prácticamente imposible recortar.