La final de la Copa América comenzó con pasión y alegría digna del show que estaba por comenzar, los chilenos hicieron vibrar el estadio con sus gargantas desde que desde que las primeras notas de su himno comenzaron a salir de las bocinas, mientras que los albicelestes, más discretos, entonaron un modesto cántico nacional que no pasó desapercibido por las redes sociales.
Ya comenzando el partido, los argentinos comenzaron con un vendaval al ataque, el cual no podía ser detenido por los chilenos, pero la roja terminó por encontrar la llave para parar a los albicelestes a base de faltas y metiendo la pierna de forma muy dura, lo que hizo que desde el inicio las tarjetas amarillas comenzaran salir por su lado, a los 15’ de juego ya se habían marcado cuatro golpes sobre Messi.
La primera clara del partido la falló de nueva cuenta Higuaín, luego de que el ‘Pipita’ aprovechara un error de Medel se encaminó mano a mano contra el arquero, pero al tirar el disparo cruzado el balón pasó muy lejos de la meta de Bravo, no obstante, Medel seguía el balón y con tal de cubrirlo terminó por golpearse en el poste intentando evitar que el balón ingresara en su portería, lastimándose de forma aparatosa pero no de gravedad.
Al 28’, la estrategia de golpes sobre la ‘Pulga’ le pasó factura a los chilenos cuando Marcelo Díaz, quien ya había cometido cinco faltas sobre el del Barcelona, se ganó la segunda amarilla por una nueva falta sobre el argentino, dejando así a su equipo en inferioridad numérica inclinando la balanza para los albicelestes que ya estaba de nueva cuenta dominando el encuentro con buen futbol, mientras que los chilenos de nuevo buscaban aprovechar la fuerza física para recuperar el control.
Pero al 42’ el silbante tomó el protagonismo al expulsar a Rojo sobre una aparatosa falta sobre Vidal, pero la polémica vino cuando en la televisora se vio que el codo de Rojo jamás tocó la espalda del chileno, situación por la que era expulsado el argentino. El arbitraje comenzó a calentar las cosas a tal grado que incluso Martino y Pizzi se hicieron de palabras en el área técnica, el rollo en que se metió el partido comenzó a beneficiar a los chilenos que desde el primer momento comenzaron a meter la pierna, ensuciando así el buen futbol de los albicelestes.
Para el segundo tiempo, los chilenos se impusieron en el dominio del juego, metiéndose poco a poco más en el área albiceleste, lo que fue empujando a los favoritos fuera del área para ganar el encuentro.
El criterio de las faltas se vio claramente influenciado por la primera parte, en esta ocasión el silbante comenzó a checar quién estaba amonestado antes de sacarle la tarjeta amarilla, por lo que a menos que fuera una falta descarada y muy aparatosa, no se llevaría la roja de nuevo a las manos. Además, dejó en claro que ni Vidal ni Messi debían ser tocados, pues cada ocasión que estas estrellas iban al suelo, se marcaba la falta.
A pesar del dominio rojo, sólo un par de tiros hicieron ponerse nerviosos a los fanáticos de ambos cuadros. Por el lado de la Argentina vino un descolgón a velocidad de Messi, que al fin se coló entre la defensa, pero el esférico pasó sólo cerca; por la roja, Beausejour condujo el balón para dejarlo para Jara, pero Funes Mori se visitió de héroe al sacarl el balón que le daba la Copa a Chile ya en tiempo agregado.
Luego de noventa minutos ni argentinos ni chilenos tuvieron la habilidad para querse con la Copa, por lo que tuvieron que irse al alargue, trayendo malos recuerdos para Argentina de la última final que disputaron, donde Chile ganó en penales.
La primera de gol la tuvo Vargas, que recibió un centro en el que quedaba frente sobre al arquero albiceleste, pero el atacante chileno sólo pudo darle conducción a un balón que no llevaba mucha potencia ni altura y Romero se quedó con ella.
De inmediato vino la respuesta argentina, descolgón a velociada de Messi que de nuevo sacó la falta, en el tiro libre Lionel mandó un servicio como con la mano para que el Kun metiera un cabezazo al ángulo para que Bravo hiciera una obra de arte de atajada para sacarle el gol de la victoria a la Argentina.
En el segundo tiempo extra, los argentinos comenzaron a retomar el dominio del juego, la entrada del joven Lamela le cambió por completo la cara a la albiceleste, por lo que los argentinos tuvieron una clara con el balón parado a unos metros de la media luna, pero la defensa chilena hizo bien su trabajo despejando el disparo de Lionel Messi.
Faltando unos minutos para acabar el tiempo de juego los chilenos comenzaron a pasear el balón de tal manera que el árbitro simplemente decretó el final y por segunda final consecutiva, los tiros penales entre Argentia y Chile, donde ya la Roja ha vencido a los albicelestes.
Luego de ganar el volado, Chile fue el primero en patear por conducto del 'Rey' Arturo que no pudo ante la imponente figura de Romero que le adivinó un disparo muy debil al rescostarse a su izquierda.
Messi fue el primero en cobrar por Argentina y de una forma muy desafortunada la mandó a la luna; Castillo aprovechó la volada de Messi e hizo el primero para los de la Roja abriendo el marcador.
El 'Jefecito' respondió por Argentina y cruzó el balón para empatar el marcador, Aranguiz fue el que tuvo de nuevo la oportunidad para Chile y con mucha potencia puso de nuevo a los de rojo en ventaja en el marcador.
Kun cobró de forma imponente, fuerte y a la esquina, Bravo intentó pero no pudo atajarla; Jean sacó un disparo muy fuerte que se veía que salía, pero el balón hizo comba y de nuevo entró poniendo en ventaja a Chile.
La que Bravo sí sacó fue la de Biglia, que le quitó la oportunidad a los de Argentina, dándole la oportunidad del título a Silva que le dio el bicampeonato de la Copa América Centenario a Chile, poníendole un mundo de críticas complétamente sobre la espaldad de Messi que fue el primero en fallar el penal.
Maldición o no sobre al hombre que no ha podido ganar con su país, pero hoy la historia se abrió para dejar pasar a la gloria a un grupo de hombres vestidos de rojo que han hecho lo que nadie en la historia de su Selección, ganar la Copa América, y mejor aún, ganar dos Copas de forma seguras.