Bienvenidos a este pequeño manual. Está pensado para aquellas personas que puedan beneficiarse por el descenso de algún equipo de la Liga Bancomer, llámese empresarios en busca de acciones baratas, políticos cazadores de franquicias o simplemente personajes que sólo quieren ver arde el mundo.

Esta guía no pretende de ningún modo ser absoluta, por lo que el lector puede aportar ideas novedosas que sirvan para el fin que busca esta lectura.

1. Obtenga influencia dentro de la directiva

Es el paso crucial, y sin el cual no se puede avanzar. Ya sea que se vuelva íntimo consejero de algún puesto directivo, forme parte de este último o incluso sea usted un agente; es primordial que pueda influir en la toma de decisiones del conjunto, más allá de las de cancha.

2. Desaparezca las fuerzas básicas

Desde su trinchera opte por suprimir a los jugadores de casa, al fin y al cabo, qué saben esos chicos del fútbol de verdad. Argumente que su uso sólo provocará la pérdida de muchos partidos, sugiera apostar por la experiencia y el cartel internacional. Un equipo lleno de "nombres", ¿qué podría salir mal?

Ojo: en caso de que en su equipo ya existan jugadores de cantera (y jóvenes en general) que sean parte del primer plantel, externe que sería buena idea venderlos ahora como futuras joyas, antes de que se conviertan en carbón de desecho. ¿Qué hacer con el dinero? Lea el siguiente paso.

3. Compre extranjeros, muchos extranjeros

Al leer este punto no se preocupe si no experiencia como scout, al contrario, eso el ayudará a lograr el objetivo. Su argumento deberá basarse en lo barato que se puede comprar en el mercado sudamericano (si quiere verse exótico y viajado puede expresarse del africano, cite a Kalusha, Omán Biyik, y si gusta, hasta al mismo Tavares), o quizá en la experiencia que podría aportar algún jugador con recorrido europero, por ejemplo, alguien que la esté rompiendo en Rumania. Por supuesto, no dude en llenar sus cinco plazas de extranjeros con hombres de este tipo.

Si no sabe donde encontrar a los jugadores descritos en el párrafo anterior, no se agobie. Pídale el Play a sus hijos y use FIFA. Navegue gustoso por las diferentes ligas de Sudamérica, equipos medianos de Europa o ligas exóticas. Procure que su nivel no pase de bronce. Como incentivo a la hora de presentarlo ante el consejo, descargue videos de Youtube, los cuales puede buscar colocando el nombre del susodicho más la palabra "skills".

Atención: procure que su jugador no sea puesto en ridículo en dicha plataforma, o que por lo menos no sea tan fácil de encontrar, evite los Maranaho.

Adicionalmente, puede buscar en el mercado mexicano a alguien que "aún no explote en la liga, pero con buenas condiciones" o alguno que "hace varios torneos no ande, pero ya demostró su calidad en su paso por *inserte un equipo*". Y si es naturalizado, habrá encontrado a un futbolista perfecto.

Por supuesto, no dude en brindarles un salario exorbitante, convertirlos en líderes del vestidor y consentirlos. Si por obra del azar el futbolista resulta bueno o aceptable, imponga su venta inmediata al siguiente torneo, no hay que perder la oportunidad; si el consejo se resiste, use a la prensa, hable de que rompe el vestidor y cáptelo en alguna situación incómoda.

4. Haga que su equipo dependa de los préstamos, promueva la rotación

Los gastos derivados del punto anterior harán que su equipo vea como insostenible la presencia de jugadores a largo plazo, máxime pagando la totalidad de su suelo. Ante eso, usted tendrá la mejor alternativa: los préstamos, vaya genio. Así, una camada de jugadores defenderá sus colores seis meses, para después ser remplazados por una nueva y así hasta concretar su obra. El principal beneficio que obtendrá es el de la indiferencia, pues qué más da si descienden, ellos tendrán el pezcuezo a salvo al volver a sus equipos.

Asimismo, su DT no deberá guiarlo por más de torneo y medio, si encuentra una excusa para echarlo por la jornada 9, qué mejor. Dos derrotas son suficiente para ello. Haga sentir la presión, utilice a la prensa, eleve los costos del boleto para tener tribuna vacía, no invierta en las instalaciones. Así, la cabeza de su timonel se volverá una bomba de tiempo y explotará. Por supuesto, es imperante que una vez desechado el anterior entrenador, su equipo pase unas dos o tres semanas con algún interino, sobre todo ante rivales de la porcentual; si este interino tiene buenos resultados, échelo y promueva que el nuevo trabaje con su equipo habitual.

Como tip extra, busque un técnico al cuál le urja llamar la atención, promueva un estilo ofensivo y, de la mano del punto anterior, no le brinde una banca amplia.

5. Provoque incertidumbre en la afición

Corra rumores sobre cambios de sede, nunca falla. Conforme el equipo se vaya hundiendo, hable con inversionistas, venda humo en periódicos y programas baratos, filtre información a medias. Si le es posible, modifique el tan tradicional escudo del equipo por uno nuevo que promueva de mejor manera la nueva personalidad del plantel. Por supuesto, no se olvide de revolucionar el uniforme; si usa bastones verticales, vuélvalos horizontales; si viste de negro, transfórmelo en el verde más chillón que su proveedor le brinde; y obvio, llénelo de patrocinios, negocie con cualquiera, qué importa si Antojitos Chuchita no combina con la playera, al fin, es dinero que irá a su bolsa y a la de sus compadres.

6. Sea paciente

Si estuviera en una liga de primer mundo, tenga por seguro que su descenso estaría sellado en menos de un año; es más, ya hasta se hablaría de una bajada de más de dos categorías en años proximos. Pero no es así, y siempre corre el riesgo de que, contra toda su voluntad, alguien utilice este manual mejor que usted y lo salve. Algo así como quien evita un suicidio.

No se desespere, repita los pasos, y yo le aseguro, que a la larga el equipo en cuestión estará en el ascenso, y usted podrá comprar su plaza, venderlo por partes o hacer lo que mejor le convenga.