América

Las Águilas utilizaron un 5-3-2 de inicio. Muñoz apareció en el arco, la línea de tres estuvo formada por Aguilar, Goltz y Valenzuela, por las bandas jugaron Mares y Aguilar. Como único contención apareció Guerrero, como interiores Sambueza y Martínez; los atacantes fueron Rey y Peralta.

Tijuana

Xolos arrancó con un 4-4-1-1. En la puerta apareció Saucedo, la línea de cuatro fue conformada por Pellerano, Castro, Garza y Jiménez. La dupla en la contención la integraron Núñez y Güemez, por fuera Moreno y Corona, para que el eje de ataque fuera Martin y Arango detrás de él como mediapunta.

Primer tiempo

Tijuana inició con un buen manejo de la pelota, incluso trató de jugar en terreno americanista los primeros cinco minutos, obligando a los locales a dividir la pelota.

América poco a poco se hizo de la pelota, aunque Tijuana peleaba por la posesión en la zona central, Xolos decidía esperar hasta medio campo y a partir de ahí ejercer presión, a diferencia de las Águilas, que con Rey y Peralta realizaban pressing desde tres cuartos de cancha y podían recuperar el balón en zona rival.

Ambos equipos querían entrar por el centro, ninguno buscaba los costados y eso facilitaba la labor de los defensas. El centro estaba muy congestionado; Tijuana formaba dos bloques de cuatro, lo que hacía complicado el ingreso por esa zona, intentaba con Sambueza y Martínez pero se olvidaba de Mares y Aguilar.

América reaccionó ligeramente después de recibir la anotación, aunque con el paso de los minutos el partido se volvió lento, Xolos cedía iniciativa a los locales, esperaba el espacio largo para ofender a través de Corona y Moreno, sus laterales no llegaban ni sus volantes desprendían.

Sambueza intercambió posición con Martínez, con ello el sector izquierdo de las Águilas dejó de ser profundo ya que Mares no llegaba a línea de fondo.

Segundo Tiempo

América cambió a línea de cuatro para el complemento, utilizó un 4-4-2 con Goltz y Aguilar en la central, Mares y Aguilar como laterales, formó una doble contención con Guerrero y Martínez, este último con libertad de incorporarse al ataque. Por fuera jugaron Sambueza y Arroyo a perfil cambiado y al frente Jiménez acompañó a Peralta.

Tijuana respondió a la propuesta de América y adelantó líneas algunos metros, además de ello aprovechó el poco entendimiento que encontraban los locales con el cambio de línea.

América empezó a encontrar espacios, lo que le permitía tener sensación de peligro, no obstante, Jiménez y Peralta tardaron en encontrar el entendimiento deseado, aunque Raúl se botaba y era capaz de generar ocasiones por sí mismo, cuando ambos ejes de ataque se encontraban en el área rival, sus movimientos eran algo parecidos. Con Sambueza y Arroyo jugando a perfil cambiado, América perdía profundidad, ya que ninguno buscaba la banda y el desborde, además de que jugando como laterales, Aguilar y Mares tenían menor llegada.

Tijuana siguió apostando a la velocidad de sus ofensores, Benedetto ganaba de forma correcta la espalda de Goltz y Aguilar, aprovechaba la deficiente marca en ataque de los locales, por ello en más de una ocasión Moreno y Darío quedaron mano a mano con la última línea americanista.

Farías dejó la responsabilidad ofensiva netamente en sus hombres de ataque, el orden era primordial tanto en medio campo como en la zona baja; los tres jugadores al frente cambiaban posiciones de forma constante, Benedetto, Alfredo y Dayro Moreno, los tres podían volantear o jugar como referente de área, no así Arango, quien permanecía ya más fijo por la banda izquierda.

Jiménez y Peralta se repartían ya de mejor forma los espacios en el área, lo que les permitió encontrar mejores opciones al ataque, además de que con Tijuana replegado de medio campo hacia atrás, Aguilar tuvo mayor libertad para parecer por el sector derecho encontrando una sociedad interesante con Mendoza.

Buen segundo tiempo de América, que tuvo que ajustar para poder dar la vuelta al marcador. Generó buenas oportunidades que no se reflejaron en el marcador debido a la poca contundencia de sus ofensores, tuvo buenas variantes tanto por fuera como por el centro; los cambios fueron fundamentales para la reacción mostrada en el complemento, aunque la marca en ataque y la reconversión a la defensiva deber ser corregidas de forma importante.

Tijuana apostó por mantener el orden y esperar a los locales, el espacio largo fue su mejor arma ya que sus volantes y delanteros eran capaces de aprovechar los huecos que la zaga americanista otorgaba. Por momentos cedió de más la iniciativa esperando aprovechar los errores del rival.