No es la primera vez que un técnico que recién logra obtener un título para las vitrinas de América da por terminada su relación laboral con la institución. Ocurrió hace seis meses con Antonio Mohamed tras bordar la estrella número 12 en el escudo, y hace algunos días se repitió con Gustavo Matosas, quien voló del Nido después de haber conquistado la Liga de Campeones de la CONCACAF, éxito que tiene a los de Coapa instalados en el próximo Mundial de Clubes de la FIFA, a celebrarse en diciembre en Japón.

"La noticia de la salida de Matosas me llegó por sorpresa, fue como cuando Mohamed se fue en diciembre", expuso Moisés Muñoz, guardameta de las Águilas.

Tantos cambios en tan poco tiempo pueden ser perjudiciales para el club, puesto que esto podría influir en los objetivos que tienen planteados a corto, mediano y largo plazo.

"No tener continuidad afecta a los objetivos del equipo; yo estaba muy feliz trabajando con Gustavo (Matosas)", fue lo que el portero azulcrema señaló durante una firma de autógrafos, en un acto relacionado a la Selección Mexicana de Futbol, combinado al que Muñoz aspira a llegar para encarar la Copa Oro en el mes de julio, certamen en el que El Tri intentará asegurarse medio boleto para asistir a la Copa Confederaciones 2017.