Osvaldo Martínez es uno de los cuatro futbolistas que ha vivido los más recientes tres títulos conquistados de América. De a poco y en base a trabajo y perseverancia, el paraguayo se ganó la confianza de los últimos entrenadores que han desfilado en Coapa.

La llegada con bombo y platillo de Cristian Pellerano a la entidad crema suponía un obstáculo para que Martínez conservara la titularidad, y al principio fue así. En las primeras tres jornadas del Clausura 2015, el guaraní apareció en el banco de suplentes. En los tres encuentros iniciales del certamen, Osvaldo sustituyó en la parte complementaria a Michael Arroyo.

Gustavo Matosas, al percatarse de que a su equipo le faltaba equilibrio y un acompañante a Pellerano en el centro del campo, echó mano del sudamericano. En la Jornada 4 ante Tigres, el oriundo de Luque, Paraguay arrancó como titular. La estabilidad que logró imponerle a la oncena del uruguayo le permitió, aunado con la sanción que vio Darwin Quintero una semana después ganarse la titulardad, misma que blindaría.

Desde el cotejo frente a los universitarios, Martínez Arce se convirtio en una pieza inamovible dentro del esquema de Matosas. Tras una lesión que mantuvo alejado a Pellerano por varios juegos, el 10 emplumado hizo mancuerna con José Daniel Guerrero, y fue escoltando al Chepe donde se le observó con mayor comodidad.

Si bien en varios pasajes de su carrera algunos técnicos han tratado de innovarle la posición de medio centro, Osvaldito ha dejado en claro que donde mejor rinde es desenvolviéndose como interior por derecha o segundo contención, gozando de más libertad para ir hacia adelante. Por ello, con Guerrero clavado en la contención, fue cuando mejores actuaciones le regaló al charrúa y a la afición americanista.

Al igual que los defensores Paolo Goltz y Paul Aguilar, el mediocampista de 29 años tuvo participación en los 19 enfrentamientos que sostuvieron las Águilas en la campaña liguera. Pese a comparecer en una zona de latente contacto físico, Osvado David solamente cometió 20 faltas de las que exclusivamente salió una tarjeta amarilla.

Cuando América tenía en su poder la pelota, inevitablemente el cuero pasaba por los botines del guaraní, quien en reiteradas ocasiones fungió como el armador del equipo. Esto se traduce a los 951 toques totales de balón que contabilizó, de los cuales, salió una efectividad del 79.4%. En labores de sacrificio, el seleccionado de la Albirroja fue el jugador que más veces recuperó balones en comparativa con Pellerano y Guerrero, registrando 205 robos.

Finalmente, también participó en cinco goles. Su primera anotación fue ante Chiapas y sin lugar a dudas patentó uno de los mejores tantos del campeonato. Su segunda diana se dio en el choque frente al Toluca y llegó desde los once pasos. Sus tres colaboraciones restantes fueron como asistidor.