Bajo el mandato de Javier Pérez Teuffer arribaron a Coapa figuras de talla internacional, tal fue el caso de Iván Zamorano, Djalminha y a la par de éste último Claudio Javier ´El Piojo´ López. Un jugador que pese a llegar con algunas molestias causadas por las lesiones, nunca dio pie a críticas, pues su compromiso pudo notarse desde el primer partido que jugó con las Águilas, aquel amistoso frente al Cruzeiro de Brasil donde entró de cambio los últimos minutos y casi anota un golazo previo a los que posteriormente luciría en las distintas canchas mexicanas.

El último extremo izquierdo del fútbol mexicano llevaba un ´7´ en la espalda, llegaba con el objetivo permanente de salir campeón y con un cartel impresionante que lo denominaba como el verdugo del Barcelona después de haberle convertido 12 goles en tan solo 15 partidos. Un titán que se apoderó del sector izquierdo durante su estadía en América y que era visto, admirado y hasta idolatrado no solo por los seguidores azulcremas, el aficionado el futbol en general disfrutaba 'El show del Piojo López'.

Al igual que muchos otros ídolos, su salida fue tan inesperada como injustificada, ya que el único argumento que se presentó fue “No entra en los planes de Tena”, así después de una etapa llena de gloria para el americanismo, uno de los últimos ídolos de Coapa se despedía con bronca del club con el que consiguió su único título de liga.

'El Piojo' partió y con él se fue la autoridad en el terreno de juego, misma con la que se daba el lujo de regañar al astro mexicano Cuauhtémoc Blanco, porque fuera de la cancha López emitía pocas palabras, se limitaba a sonreírle a la gente que se acercaba por una firma o foto y respondía a las muestras de cariño esbozando un tímido pero sincero “Gracias”, todo esto contradecía al demonio que se veía saltar a la cancha pegando de gritos a su equipo, batir el terreno de juego con su velocidad y sus lujos.

Su retiro del fútbol puso tristes a los millones de hinchas fanáticos que acumuló a lo largo de su trayectoria, no sólo en su paso por América, también en Racing, Valencia, Lazio, Kansas y Colorado, logró ganarse el corazón de la gente. En Valencia recordarán la paternidad ejercida sobre los catalanes, en Lazio los scudettos obtenidos y sus apariciones en el 'Clásico de Roma', en Kansas y Colorado las últimas obras de arte de su carrera, entre ellas un gol de media cancha. En México se le recordará por su entrega, por ese gol de chilena a Necaxa, por haberle marcado a Pumas, Chivas y Cruz Azul, pero la imagen que lo inmortaliza en el americanismo es el último gol de la final frente a Tecos donde con asistencia de Ochoa, arrancó desde media cancha a máxima velocidad y por más que tiraron de su camiseta no se detuvo, y con esa zurda prodigiosa venció a José de Jesús Corona para sentenciar el partido y llenar de gloria al americanismo con una copa más.