¿Qué se necesita para que un partido quede en la memoria de los aficionados? Quizá un montón de goles, alguna jugada memorable, una pifia arbitral o un ambiente espectacular en la tribuna, vaya usted a saber. Lo cierto es que no son muchos los que cumplen con esta fórmula desconocida. En el futbol mexicano, y en particular en la vitrina de los clásicos América – Guadalajara, hay uno que tiene un lugar especial en el recuerdo de todos. Ocurrió un 13 de noviembre de 1994, en el Estadio Jalisco.

Era la fecha 11 de aquel campeonato que todavía se jugaba en su formato de 38 jornadas.. Las Águilas del holandés Beenhakker empezaba a elevar su vuelo y ya se ubicaban en el segundo lugar. Un poco más atrás, en la sexta posición, estaban las Chivas de Alberto Guerra. El partido había levantado expectativas en la semana por la presencia de jugadores de selección como Zague y Ramón Ramírez. Además aparecían en ambos cuadros dos delanteros recién llegados; Fraçois Omam Biyik y Daniel Guzmán.

El partido jugado un domingo al mediodía en el Estadio Jalisco cumplió con todo lo que se esperaba de él. Abrió la cuenta Kalusha Bwalya con un zurdazo de larga distancia. Minutos después Guadalajara daría la vuelta al resultado con Ramón Ramírez; primero empató el partido con un tiro libre por debajo de la barrera y posteriormente marcó el segundo con un remate bombeado. El mejor gol del partido llegó con el empate del América, conseguido por François Omam Biyik con un bombazo desde fuera del área. Una mano de Juan Hernández al borde del descanso permitió que Guadalajara recobrara la ventaja con penal convertido por Daniel Guzmán. En el segundo tiempo las Águilas darían vuelta a la tortilla con dos cabezazos de Luis Roberto Alves y el novato Cuauhtémoc Blanco.

Este partido dejó huella en la memoria de los aficionados y en las estadísticas de los clásicos oficiales:

1) Es uno de los ocho clásicos que ha alcanzado la barrera de los 7 goles, y el único registrado en los últimos 44 años.

2) Dentro de estos ocho clásicos con 7 goles o más, solo hubo uno igual de parejo que el citado; otro 4 -3 ocurrido el 21 de septiembre de 1947 en el Parque Felipe Martínez Sandoval.

3) Es uno de los 4 clásicos en el que se marcaron 5 goles en el primer tiempo. El resultado parcial fue de 3 – 2 al descanso.

4) Es el clásico con mayor cantidad de goles ocurrido en el Estadio Jalisco desde su inauguración en 1960.

5) América anotó 4 goles en dos ocasiones en sus visitas al Jalisco para enfrentar al Guadalajara. Anteriormente lo había hecho el 8 de septiembre de 1974 por Torneo de Copa.

6) Es el único clásico en el que anotaron los dos máximos goleadores en la historia del América. Luis Roberto Alves anotó el tercer gol y Cuauhtémoc Blanco cerró la cuenta.

7) Esa fue la última vez que América ganó un clásico que estaba perdiendo al medio tiempo.

Aquel partido enterró por 90 minutos los trillados augurios sobre los clásicos aburridos y los equipos preocupados por defender su meta. Además se convirtió en una buena señal que se confirmaría al final de la temporada regular; Guadalajara y América acabarían en el tope de la tabla, siendo las 2º y 3º mejores ofensivas del campeonato. Desafortunadamente ambos equipos caerían en las semifinales, privándonos de ver otro gran clásico.