Los partidos entre América y Pumas han dejado en la historia del futbol mexicano jugadas para el anecdotario. Las más recordadas tienen que ver con aquellas apasionantes finales de los ochentas y noventas; el penal que no pitó Urrea, el tiro que le bota a Adolfo Ríos o el Tucazo son escenas que forman parte del folklore de esta rivalidad.
Sin embargo, hay otras jugadas que parecieron perderse en la bruma de la euforia que provocan las antes citadas. Momentos de los partidos que tuvieron una trascendencia igual o mayor a las acciones mencionadas, pero que guardan un rol secundario en la remembranza futbolera de los aficionados. Valga esta nota para recordar aquellos sucesos que también forman parte de esta rivalidad.
Bacas se pierde el título…
Aunque las discusiones de la final de la temporada 1984-1985 suelen centrarse en aquel famoso partido en Querétaro, hay que recordar que antes de ello se jugaron 180 minutos. El 26 de mayo en Ciudad Universitaria, y tras haber empatado a un gol en el Azteca, las Águilas tuvieron la posibilidad de coronarse como visitantes. A pocos minutos del final, Eduardo Bacas falló un mano a mano frente a Jorge Espinoza, arquero universitario (minuto 3:21 del video). Ese gol hubiera significado la consagración americanista en suelo universitario.
Luis García falla a la hora buena
Dicen que las finales encumbran o derrumban a los porteros. Nunca más cierto que aquella del campeonato 1987-1988. En esa ocasión Adolfo Ríos sufrió el peso de la inexperiencia y quedó marcado por muchos años. Todo eso pudo haberse evitado si del otro lado de la cancha un futuro goleador del futbol mexicano hubiera anticipado sus hazañas para ese día. Luis García tuvo la oportunidad de marcar el 2-0 en el juego de ida en Ciudad Universitaria. En un centro al área, Luis recibió la pelota y al momento de encarar a Adrián Chávez, envío su disparo por un lado del marco (minuto 3:21 del video).
Alejandro Domínguez acaricia la gloria
La afición universitaria recuerda con orgullo el famoso Tucazo, uno de los goles más importantes en la historia universitaria. En la sombra queda una jugada que pudo haber cambiado la historia de la final. Guillermo Naranjo logró desbordar por banda izquierda a Miguel España, quien no pudo impedir el centro al corazón del área. Alejandro Domínguez llegó sólo para empalmar la pelota pero su tiro salió justo a la posición de Jorge Campos, quién alcanzó a salvar su portería (minuto 4:53 del video).
En el terreno de los hubieras cada una de esas jugadas pudo cambiar miles de discusiones entre americanistas y universitarios. Es el futbol mismo que escoge los caminos que deben ser contados y deja de lado otros, para luego perderse en la noche de los tiempos. Bacas, García, Domínguez y otros tantos nombres que se quedaron en la antesala de la gloria ¿Quién será el actor secundario el próximo sábado cuando las Águilas reciban a los Pumas?