Este sábado, América empató 1-1 con Pumas en el Estadio Azteca y, aunque su lugar en la Liguilla ya estaba asegurado, el empate no le permitió encontrar una mejor posición en la tabla general. Después del partido, el entrenador Ignacio Ambríz se dijo tranquilo por la actuación de su equipo, pese al empate.

Reconoció que la falta de contundencia es lo que los está afectando y aceptó que tiene una deuda con la afición: "No somos contundentes para matar. Quedamos en deuda con la afición".

Respecto al trabajo del equipo en las semanas de parón por Fecha FIFA, Ambríz contó que se prepararon de la mejor manera y por eso el nivel que se mostró en este partido fue mejor, pero volvió a hablar de las fallas ofensivas: "Trabajamos bien en las dos semanas que no se jugaron y por muchos lapsos jugamos muy bien y falta la contundencia". Y agregó que en "cada juego creceremos" y que de cara a la liguilla "el equipo se agranda".

Sobre el desempeño del equipo en el duelo con los universitarios, el entrenador aceptó que le gustó porque generaron en varias ocasiones. "El partido me gustó, se nos fue y tranquilo porque creamos ocasiones y estamos trabajando esto para estar bien en la Liguilla".

Para finalizar, dijo que al ser una Liguilla todos tienen las mismas chances de salir campeón: "Ahora con el empate dependemos de otros y es una Liguilla y no me dejarás mentir, el octavo puede ser igual campéon". Y volvió a reconocer la deuda que tiene con los aficionados por no haber podido sacar buenos resultados en casa: "Estamos en deuda, porque no hemos sumado en casa para estar en una mejor posición. Tenemos una cuenta pendiente en casa y en Liguilla si queremos pasar necesitamos ganar tanto en casa como fuera de ella". Por último dijo que queda la "frustración" por no poder lograr la última victoria de la fase regular en el Azteca.