Los ochenta llenaron de títulos las vitrinas del América. Las Águilas vencieron a sus grandes rivales en memorables finales. Un 16 de julio de 1989 los azulcremas obtenían su último campeonato de liga en esta década tras vencer al Cruz Azul ante más de cien mil aficionados en el Azteca. El broche de oro a la mejor época del club.

Águilas y Cementeros se habían enfrentado unos días antes en el juego de ida de la final del campeonato 1988-1989. América comenzó el partido con un gol tempranero de Luis Roberto Alves Zague tras un error de Pablo Larios y poco después Carlos Hermosillo aumentó la cuenta. Cruz Azul hizo gala de una bravía reacción, empatando el marcador con goles de Porfirio Jiménez y Narciso Cuevas. El partido se desniveló tras un penal magistralmente cobrado por Antonio Carlos Santos. Las Águilas vencían 3-2 como visitantes.

Un gol de Carlos Hermosillo a Cruz Azul fue el laurel de la mejor época del club

La vuelta deparó uno de los partidos más emocionantes de ese torneo. Apenas a los 6 minutos una pared entre Alejandro Domínguez y Juan Hernández dejó a este último frente al arquero. El lateral americanista fusiló a Pablo Larios y puso el marcador global 4-2. Los azules estaban obligados a marcar 3 goles si querían alzarse con la corona pues el criterio de los goles de visitante como desempate los dejaba en desventaja.

Cruz Azul ya había demostrado en el juego de ida un espíritu inquebrantable y esta vez no sería la excepción. Un cabezazo de Patricio Hernández a los 20 y un remate de Ricardo Mojica al 27 hicieron creer a su afición en una remontada heroica. A partir de ahí el partido se volvió un juego de ida y vuelta, con Cruz Azul desbocado al ataque y América presto a dar la estocada final en un contragolpe. Los dos gigantes de los últimos 20 años en una batalla a muerte.

En el último cuarto de hora, el “Negro” Santos aprovechó el cansancio de la defensa cementera y se escapó por la banda izquierda tomando mal parados a sus rivales. Levantó cabeza mientras hacía su diagonal y mandó un pase a Carlos Hermosillo. El delantero azulcrema sorprendió a todos con un remate de primera que cruzó la estirada del guardameta Larios. La pelota entró pegada al poste, desatando la locura de los aficionados americanistas que veían nuevamente a sus Águilas triunfar ante un acérrimo rival.

¡América Campeón! El festejo inolvidable de Hermosillo y Seixas imitando el vuelo del ave ponían fin a una época que marcó para siempre la historia americanista.

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