La década de los ochenta fue la época de mayor dominio americanista. En la cancha, con la obtención de 5 títulos de liga, y en la tribuna con la creación de una imagen que causo sensación en el aficionado. El 20 de septiembre de 1981 nacieron las Águilas del América. Más que un mote, se trató de una transformación institucional que incluyó nuevas instalaciones, contratación de excelentes extranjeros, inversión en fuerzas básicas y hasta la creación de un himno.

Aunque nunca se documentó institucionalmente, la idea de dotar al Club de un nuevo símbolo como el águila, se debió a la existencia de antecedentes históricos. Ya en la década de los años treintas y cuarentas, América había utilizado en su escudo esta ave. En aquella ocasión, se incrustó en un emblema triangular (que por cierto se reflejaría en la nueva playera). El cuadro de Coapa dejaba atrás a los canarios y proyectaba un símbolo más dominante.

El águila apareció en el escudo en los años treinta (Foto: Diario Récord)

El cambio de imagen fue acompañado con un nuevo uniforme. Aunque hoy en día esto parezca cotidiano, en aquellos días significó para la directiva un riesgo absoluto. Pocos equipos habían transformado su indumentaria de manera radical como lo hizo América. Un triángulo aparecía en la playera y las mangas se distinguían por las franjas azules. Al día de hoy, es muy probablemente, el uniforme más arraigado entre los americanistas.

El impacto mediático debía ser acompañado por una escuadra que impusiera respeto dentro del terreno de juego. Para ello, la directiva se dio a la tarea de traer jugadores con talento. Los elegidos fueron Eduardo Bacas y Norberto Outes, dos argentinos que darían al equipo excelentes resultados. Acompañados de canteranos que alcanzaban su madurez, entre los que destacaban Alfredo Tena y Cristóbal Ortega, el equipo dominó la década de los ochenta.

Ese 20 de septiembre, en el Municipal de Texcoco, las nuevas Águilas con sus dos refuerzos pamperos, enfrentaron a los Coyotes del Neza. El inicio no pudo ser mejor, los otrora canarios, se fueron al frente en el marcador con un espectacular gol. Javier Aguirre desbordó por la banda derecha y centró raso a la llegada de Nílton Pinheiro, ‘Batata’. El brasileño elevó la pelota con su pierna derecha y, viendo que ésta queda por arriba de su cabeza, decidió lanzarse una magnífica chilena que se incrustó en la portería de los Coyotes. Un golazo para marcar el arranque de una época gloriosa.

La afición recibió con agrado la transformación. En poco tiempo, el Azteca reflejó entradas mejores y la conexión con los nuevos jugadores fue casi inmediata. Dirigidos por el ídolo americanista Carlos Reinoso, los títulos no tardaron en llegar. Un acierto absoluto en la cancha y las tribunas que marcó la historia del club. Las Águilas habían emprendido el vuelo a la gloria.

VAVEL Logo
Sobre el autor