A toro pasado, todos somos manolete, dice un viejo refrán, y así el argentino Gustavo Costas salió a despotricar en contra de los Rojinegros del Atlas, detallando el porqué de su salida, así como los malos manejos de los directivos y de algunos jugadores, en especial, Rafael Márquez, al que culpa de tener poder extra de mando en el club.

De acuerdo a un par de entrevistas para Grupo Reforma y el portal web ESPN, todo se veía venir que saldría mala, desde que los dirigentes rojinegros (Heriberto Ramón Morales) se acercaron a él para ofrecerle el puesto.

"Esto, como dije, fue algo que comenzó mal de entrada, cuando me fueron a buscar por primera vez; después, cuando me fueron a buscar por segunda vez, hubo cosas que estuvieron mal. Yo digo siempre que lo que empieza mal termina mal".

Esto a relación del viaje de HRM a Sudamérica, quien lo dejó plantado y a su vez enlazaba palabras con Gustavo Matosas en Uruguay, y finalmente todos sabemos la historia, con el ex-técnico bicampeón con León.

"Acepté venir porqué me atraía el reto y el proyecto que me propusieron, después de la salida de Heriberto, me reuní con Guzmán y Alberto (De la Torre), para planear el proyecto, el cual me lo iban a respetar, y yo estaba muy ilusionado, pero a veces los proyectos no se respetan, hay clubes en los que sí, en Atlas no".

Asimismo aseguró que no hay seriedad, ni estructura y mencionando que Rafael Márquez es una especie  de Director Deportivo, el cual le da un poder extra dentro y fuera de la cancha, siendo algo extraño para lo que él conocía.

Sobre su despido del equipo, Costas comentó que no le sorprendió, que ya lo veía venir: "Cuando se trabaja mal, y no se hacen las cosas bien, ésto es lo que pasa, la gente que trabaja en Atlas no tiene buena comunicación".

Sobre la directiva, también criticó el armado del plantel, el cual no se hizo correctamente, pero no culpa de eso por los malos resultados, dice que también fue cuestión de mala suerte, pero que al club sólo le faltan 4 o 5 refuerzos.

Para finalizar comentó que ahora sólo pelea que le cumplan la parte económica y le den su finiquito, pues en cuanto a temas de dinero no se le puede incumplir.

"Vivo de mi trabajo, no robo a nadie ni pido, se lo aclaré a Guzmán, yo sé que acá en México se habla mucho de esas cosas, mi dinero la peleo y hasta las últimas consecuencias".